Tras el largo día de ayer, me tomé la mañana con más calma. Me levanté a las 9:00 y me fui a desayunar tranquilamente mientras leía las noticias en el móvil. Hoy tenía planeado de explorar la parte este de Luxor con Lina y Sven. Quedamos a las 11:00 en el templo Karnak, que está un poco a las afueras de la ciudad. Es el segundo recinto de templos más grande del mundo detrás del Angkor Wat en Camboya (el cual visitaré también en unos meses).
Karnak fue construido hace más de 3000 años y durante siglos varios faraones intervinieron en su construcción. Cada faraón queriendo hacer algo mejor y más impresionante que el anterior. La entrada del recinto es la avenida de esfinges, que llega varios kilómetros después al templo de Luxor. Tras la entrada de nuevo un templo con una gran fachada y por la puerta grande se puede apreciar la magnitud de todo. Me sentí muy pequeño rodeado de tantos templos, columnas, capillas, estatuas y obeliscos gigantescos. Fácilmente se puede perder uno por el recinto y tuve que dar varias vueltas para estar seguro que no me había perdido de ver algún rincón.
Lo que más me impresionó y posiblemente lo que más bonito me ha parecido de todo Egipto ha sido la sala hipóstila: una sala enorme con 134 columnas grandísimas de 23 metros de altura. Cada columna decorado con imágenes llenos de color y con jeroglíficos. Es difícil de describirlo para entender la magnitud de esta sala. Fácilmente podrías jugar al escondite y llevarte un buen rato en encontrar a la otra persona. Tras muchas fotos seguimos explorando el recinto hasta que ya fue suficiente.
Tras eso nos volvimos al centro de Luxor para comer algo y reponer energía. Nos fuimos a dar una vuelta por el souk (el mercadillo) por hacer algo de tiempo para poder ver el próximo templo: templo de Luxor. Llegamos a buena hora, poco antes del amanecer. Aquí terminaba la avenida de esfinges y caminando un poco por ella entramos en el templo. De nuevo, parece que me estoy repitiendo, todo muy grande y espectacular. Me he dado cuenta que los faraones sabían como edificar e impresionar a la gente. Dimos una vuelta mientras que atardecía y tras eso encendieron las luces sobre el templo y pude apreciar el templo de noche iluminado. Muy bonito y por la cantidad de gente que entraron, no éramos los únicos con esa idea.
Volví al hostal y Lina y Sven se unieron conmigo para tomar algo en el hostal. Esta tarde/noche había poca gente en la sala común, pero nos pusimos a jugar al domino con algunas personas y después nos pusimos a jugar al egiptopoly, la versión egipcia del monopoly. Me encontré también de nuevo con el americano y el chino de las primeras noches en Cairo. Tras varias horas tocó la hora de despedirme de Sven y Lina. Ellos se van a Hurgada a estar unos días a la playa y yo me voy para Cairo. Al final hemos estado juntos en gran parte de mi estancia en Egipto y hemos pasado buenos momentos. Mañana toca vuelta a Cairo!