Ayer al final participé en el pub quiz. Me duché y me fui a la sala común. La chica del hostal me vio y me dijo cual era mi grupo. Me senté en la mesa y saludé a los 4 que estaban sentados. Un chaval y chavala de Portugal y un chaval y chavala de Suiza. No me quedó muy claro si eran pareja, pero daba igual.
El pub quiz fue entretenido con preguntas de conocimiento general, sobre Tailandia, preguntas calientes y sobre películas. Estaba seguro que lo estábamos haciendo bastante bien, pero al final nuestro grupo quedó último. No había chupitos para nosotros. Después del pub quiz nos quedamos ahí y empezamos a charlar más y nos pusimos jugar también al uno. Sentado al lado de la chavala portuguesa empezamos hablar más y teníamos buen rollo. Ella, igual que yo, estaba viajando por el mundo durante un año, pero ella ya llevaba 7 meses viajando. Estuvimos hablando si ella notaba que había cambiado al haber estado viajando tanto tiempo sola. La respuesta que me dio me gustó: “no he cambiado, simplemente he podido sacar ahora mi verdadero yo”. Una respuesta que me hizo pensar y me recordó a la chavala de Egipto preguntándome sobre mi carácter.
Tras jugar varias partidos de uno, los dos de Suiza se marcharon a la cama. Los tres nos quedamos ahí charlando un rato hasta que el bar del hostal también lo cerraron a las 24:00. Decidimos de irnos con alguna gente más a otro bar cercano. Allí nos llevamos hasta las 02:00 bailando y bebiendo. Más gente del hostal se juntaron allí y pasé un buen rato. Tras eso, nos íbamos a volver al hostal pero al final cuatro nos montamos en el coche de dos chavales de Singapur para irnos a otro bar que seguía abierto por la playa. El ambiente allí no fue mucho y nos pusimos jugar al billar. Fui al baño y al volver no encontraba por ningún lado a los dos Portugueses. Pensé que a lo mejor se estaban liando aunque dijeron que solo eran amigos, pero decidí marcharme ya que no los vi más. Ya eran las 3 y me quedaba media hora de andar al hostal.
Por la mañana me levanté a las 9:30 para comprar el ticket del ferry con transporte al puerto por el hostal. A las 11:30 me recogerían con una furgoneta. Me puse a desayunar y mientras tanto me cogí también un hostal. Tras arreglar la maleta y ducharme, estuve preparado para que me recogieran. La furgoneta llegó tarde pero íbamos con tiempo para coger el ferry. El ferry saldría a las 13:30 con que tendría todavía bastante tiempo en el puerto.
Mientras que estuve esperando, me empezó hablar Roxanne y estuvimos hablando un rato. Vi el momento y le dije lo que llevaba pensando ya unos días: que tenía ganas de verla y pasar tiempo juntos. La respuesta se hizo esperar unos minutos y sabía que no iba a ser positivo. Efectivamente fue así: le gustaría verme, pero no quiere planear ni tener ataduras en este viaje y aparte necesita trabajar en ella.
Yo mientras tanto me estaba montando ya en el ferry y no tendría mas red ya que estaba usando el WiFi del puerto. Le dije que le contestaría cuando llegará al hostal, pero también sabía que no había mucho más que decir. Durante el traslado del ferry estuve pensando en que contestarle y la verdad que también triste por la respuesta recibida. Pero tampoco podía hacer más. Obtuve lo que quería, que era una respuesta fuera buena o mala. Anteriormente no hubiera dado este paso a lo mejor por miedo al fracaso y por lo menos ahora estaba orgulloso de haber dado el paso y sentirme vulnerable. Le agradecí su honestidad y respetaba su respuesta.
Aunque pueda parecer para otras personas un viaje de un año como unas vacaciones largas, pero al final con todas las personas que he hablado que están haciendo esto, todos van buscando respuestas a las preguntas que cada uno se están haciendo a ellos mismos. Cada uno está en su proceso de descubrimiento o aprendizaje y por eso entiendo su respuesta. Yo mismo tenía dudas si tomar esta decisión de preguntarle fue la correcta porque conllevaba ya no tener la libertad que estoy teniendo ahora: hacer lo que quiera, ir donde quiera, hablar con las personas que quiera, etc. Teniendo una persona al lado complica esto y hace que el proceso de descubrimiento de uno mismo y la experiencia de viajar solo no sea igual. Pero por supuesto también reconozco que tenía interés en saber donde podía llegar esto con ella. Al final no ha podido ser y no queda otra que aceptarlo y pasar página.
Llegué al hostal con la moral baja y en la habitación no había gente. Pude estar ahí un tiempo relajándome y escuchando música. Tras un rato me levanté ya que pensé que estaba en la isla maravillosa de Koh Phi Phi y no podía desperdiciar estos momentos. Salí a la calle escuchando mi música electrónica para motivarme y puse rumbo para lo que más me gusta: el punto alto de la isla para ver el atardecer. Habían bastante escalones que subir, pero no sé si fue la música o la tristeza, que subí los escalones rápidos y sin mucho problemas. Habían dos puntos de vista, pero yo estaba interesado en el segundo punto que era el más alto.
Una vez que llegué arriba, vi que había ya bastante gente con los mejores sitios cogidos para ver el atardecer. Al lado del típico sitio encontré un sitio perfecto y ahí me senté. Me comí un yogur que había comprado anteriormente mientras que el sol poco a poco iba desapareciendo detrás de las montañas de la isla. Desde ahí arriba también se puede ver la forma curiosa que tiene la isla. Se parece a una H y en la parte del medio es donde están todas las casas y el turismo. Cabe recordar que gran parte de la isla fue destruida en el tsunami de 2004. Las olas llegaron de ambas partes y pasaron por encima de la parte edificada de la isla.
Allí me llevé sentado un buen rato. Me sigue sorprendiendo que aunque estuviera sin pocas ganas de hablar, la gente empiezan a hablarte. Se sentó una pareja al lado mía y empezamos a hablar. Cuando se fueron, me cambié a otro sitio y ahí de nuevo me empezó a hablar un grupo de chavales de Pakistán. Se unió otro chaval de Brunei y ahí estuvimos hablando otro rato. Es curioso y al final me sorprende lo fácil que es hablar con gente desconocida. Simplemente un hola es suficiente y ahí puedes conocer posiblemente una persona maravillosa. No sé si es por el sitio donde estoy donde se sabe que hay muchos mochileros viajando solo, pero esto en España no suele pasar o por lo menos a mi no. Un poco de curiosidad en la persona de al lado hace mucho. Algo que tengo que aplicar más.
Tras anochecer me volví abajo y me fui a buscar un sitio para cenar. Aquí en la isla hay mucho más comida europea y desde que salí de España solo había comido una o dos veces algo europeo. Hoy tenía ganas de una pizza, porque yo me lo había merecido con un jugo de mango. Tras terminar me fui a dar una vuelta por la isla y tras un rato tenía ganas de recogerme. Subí la escalera de hostal, pero escuché la música del chiringuito enfrente del hostal y decidí sentarme en la playa escuchando la música mientras que escribía mis aventuras de hoy.

Y aquí estoy ahora, las 23:30 de la noche sentado en un columpio en la playa de Koh Phi Phi delante de un chiringuito escuchando música en directo mientras que estoy escribiendo en el móvil. Algunas veces los placeres de la vida no son tan complicados. ¡Hasta mañana!