Hoy me tomé el día de descanso. Me levanté sin haber puesto ninguna alarma y desayuné en el hostal. Después de eso me puse a escribir, ya que llevaba el blog con un atraso de dos semanas. Cuando me entró hambre, salí a la calle a almorzar. Encontré un restaurante con buena pinta y ahí estuve comiendo. Volví al hostal ya que hacía bastante calor en la calle. Las temperaturas ya estaban alcanzando los 35 grados. Allí seguí escribiendo y hasta me eché una pequeña siesta para evadir el calor. Para cenar encontré un restaurante local y muy barato. La comida buenísima y el smoothie estaba tan bueno que me pedí uno más para el camino hacia el hostal.

Y ese fue mi día. Muy tranquilo pero necesario.