Hoy tenía la mañana y el medio día tranquilo y sin plan. Me levanté tarde y por la tarde salí a almorzar. Encontré un buen sitio y ahí estuve comiendo. Volví al hostal y preparé mis cosas para salir a la estación de tren. Cogí un uber moto y tras esperar un rato en la estación, me monté en el tren. Tenía 6 horas de camino y mientras tanto estuve escribiendo y escuchando música. El paisaje verde me recordaba mucho a mis tiempos de estudiante, cuando iba a la universidad de Ámsterdam en tren. Llegué a Malang sobre las 23:00 de la noche y un uber me acercó al hostal. Hice el check-in y me metí en la cama.
El siguiente día, 15 de abril, me puse a preparar los próximos días. La razón principal de visitar la ciudad de Malang era para hacer un tour de tres días por la cascada Tumpak Sewu, el monte Bromo y el volcán Kawah Ijen. En el hostal me ofrecieron un muy buen precio y lo contraté para comenzar con el tour el siguiente día. Después de eso me puse un buen rato a escribir. Salí a almorzar y encontré un sitio peculiar. Era un restaurante de comida rápida con fideos. Solo había gente local y entendí porque estaba tan lleno de gente el restaurante: todo era muy barato. El menú estaba en indonesio y con ayuda del google translate y de la camarera me pedí unos fideos, unos rollitos y un zumo. El precio por todo esto fue menos de 2 euros. Tras pagar esperé un poco y pude recoger mi comida. Los fideos tenían 8 niveles de picante y pedí el nivel más bajo que era el 1. Comí y terminé con los labios rojos, mucha calor y los mocos cayéndome de la nariz por el pique. ¡No me quería imaginar el nivel 8!

Tras almorzar me fui a explorar la ciudad de Malang. Mucho no tenía que ver, ya que era más un punto de partida para muchos turistas hacia la parte este de Java. Sí habían dos barrios en el cual habían pintado las fachadas de las casas. El barrio de Jodipan está pintado de todos los colores del arco iris y el barrio Kampung Biru Arema está pintado completamente de azul. Este barrio me recordaba mucho al pueblo de los pitufos en Andalucía: Júzcar. Di un paseo por ambos barrios y pude hacer varias fotos bonitas. Entre ambos barrios corría también un pequeño río y había un sitio donde se podía hacer la foto con ambos barrios de fondo. Tras haber andado ambos barrios me volví al hostal. Hacía bastante calor y necesitaba meterme dentro con el aire acondicionado. En el hostal me puse de nuevo a escribir y por la noche salí de nuevo a cenar algo. Me acosté temprano ya que mañana empezaría el tour temprano.


El siguiente día, 16 de abril, me levanté a las 04:30 de la mañana. Me preparé y a las 05:00 salimos. Vinieron dos coches a por nosotros. En el primer coche iba la pareja holandesa que conocí en Yogyakarta y otra chavala de Filipinas. En mi coche íbamos yo y dos chavalas de Alemania: Lola y Malina. Tardamos dos horas para llegar a la cascada de Tumpak Sewu y mientras tanto estuvimos conociéndonos. Al llegar a la cascada, los guías nos explicaron como bajar hacia abajo y que ruta coger. Ellos no bajarían con nosotros y entre los seis empezamos a bajar para llegar a la cascada. Teníamos cuatro horas para disfrutar por la naturaleza. El camino fue muy bonito e interesante. Había que bajar por un camino entre las rocas y agua. Yo pensaba que simplemente era ver la cascada desde una distancia como había visto en anteriores ocasiones, pero esta era diferente. Se podía llegar hasta la misma cascada y ponerte donde caía el agua. Por supuesto, no es recomendable por la fuerza con la que cae. Pasamos por dentro de un valle, cruzamos un pequeño puente de madera por encima de un río y ahí llegamos a la cascada. La verdad que fue espectacular de estar tan cerca de una cascada grande. Estaba empapado de agua por lo que caía desde la cascada, pero valía la pena. Me pude hacer muchas fotos y videos y hasta me acerqué hasta donde caía el agua de la cascada para darme un baño. Tras estar un rato allí, nos fuimos a visitar una cueva que había en la otra dirección del valle. Por el camino nos parábamos para darnos unos bañitos, ya que habían muchos sitios donde había o caía agua. Tuvimos que subir muchas escaleras y hasta escalar un poco por cuerdas para llegar a la cueva. Era una pequeña cueva llena de agua. La cueva en si no valía mucho la pena, pero era más las vistas que teníamos durante el camino hacia la cueva. A las 11:00 teníamos que estar de vuelta arriba y sobre las 10:15 empezamos el camino hacia arriba. Eran muchos escalones y yo me junté con la pareja de Holanda para subir hacia arriba. Lo hicimos bastante rápido, pero llegué arriba empapado de sudor y cansado por el esfuerzo. Ya que teníamos que esperar a las chicas, nos sentamos a desayunar arroz con huevo en un restaurante local. Tras media hora, llegaron las tres chicas. Nos volvimos todos a los coches y comenzamos la ruta de vuelta al hostal. Por el camino me tuve que cambiar con Lola de sitio para que ella se sentará delante por los mareos. Atrás me puse a hablar más con Malina. Es curioso como algunas veces te puede sorprender la gente. Tuve buen rollo con Malina: tenemos el mismo humor negro y rápidamente teníamos bromas entre nosotros.





Llegamos sobre las 15:00 al hostal. La pregunta clave ahora era que hacer. A las 00:30 vendrían de nuevo por nosotros para ir al monte Bromo. No me quería ir a dormir directamente porque por lo menos quería cenar algo antes y tampoco pensaba que iba a poder dormir a esa hora. Salí a almorzar con los holandeses y tras eso fui al supermercado para comprar comida y bebida para los siguientes días. Volví al hostal y ahí me puse a hablar con la gente. Sobre las 18:00 iban a salir a cenar y yo tenia todavía un poco de hambre y salí de nuevo a comer. Fuimos al mismo sitio y nos recogimos a las 19:30. Rápidamente me fui a la cama para coger unas pocas horas de sueño.