¡Una de las siete maravillas del mundo! 14/06/2024 Pekín (China)
¡Una de las siete maravillas del mundo! 14/06/2024 Pekín (China)

¡Una de las siete maravillas del mundo! 14/06/2024 Pekín (China)

Hoy me levanté ilusionado. Iba a visitar la Gran Muralla de China, una de las siete maravillas del mundo. Había quedado con Eric en recepción para ir ambos en metro hasta el punto de encuentro. Comprado el ticket para el metro, vi a Saskia. Ella es holandesa y la conocimos ayer en el hostal. Al final ella iba hacer el mismo tour que nosotros. Los tres nos montamos en el metro y en la siguiente parada nos bajamos y fuimos andando al autobús del tour. Allí nos encontramos un autobús con una guía que no hablaba inglés y con el traductor en mano nos teníamos que comunicar entre nosotros. El resto de la gente en el autobús eran todos chinos. Durante las dos horas de camino hacia la muralla de Mutianyu, la guía no paraba de hablar por el micrófono en chino. De lo fuerte que estaba hablando, me tuve que levantar y sentarme atrás en el autobús.

Llegamos a la muralla y desde lejos se podía apreciar ya lo grande que era. Todavía nos faltaba subir arriba, lo cual se podía hacer subiendo andando durante dos horas y media o coger el teleférico. Con el calor que estaba haciendo, cogimos por supuesto el teleférico. Una vez en la muralla, teníamos 4 horas de tiempo libre para explorar. El teleférico nos dejó en la torre número 14 y la guía nos había recomendado ir andando de la torre 14 hacia la 20 y después volver para andar hasta la torre 6. Empezamos nuestro camino y me puse a pensar: estaba andando ahora mismo en la Gran Muralla de China. Algo que nunca me había imaginado de hacer, ya que nunca me había llamado la atención ir a China. Pero aquí estaba yo viéndolo y me salió una sonrisa en la cara. Era increíble como hace tantos siglos podían construir esta Gran Muralla de tantos kilómetros para prevenir a las hordas de Mongolia. La muralla iba por encima de la montaña y no me quiero imaginar como tenía que ser subir esas piedras por la montaña.

Por el camino no paraba de hacerme fotos. A Eric le encanta hacer fotos, con que aprovechaba para que él me hiciera también algunas fotos y videos. Para llegar a la torre 20 había que subir bastante, lo que ya se estaba viendo desde lejos. Me daba igual, ya que yo quería explorar toda la muralla. Empapado en sudor llegamos los tres arriba a la torre 20 y ahí nos quedamos durante más de media hora disfrutando de las vistas. Es el punto más alto de este tramo que estaba abierto al turista. Vi una pareja de Alemanes metiéndose en una parte de la muralla que estaba cerrado al turista y todo esto siendo vigilados por todos lados por cámaras. Bastante valiente por su parte siendo el país que es China.

Viendo que íbamos bien de tiempo, empezamos a bajar y volver por el mismo camino. Pasamos la torre 14 y fuimos andando hasta la torre 6. La parte más bonita para mi fue las vistas desde la torre 20, pero era difícil de apreciar la grandeza de todo lo que estaba viendo. Dicen que la Gran Muralla de China es la única estructura hecha por humanos que se puede ver desde el espacio. No sé si esto es verdad, pero ahí está la anécdota de la guía. Tras muchas más fotos y videos, llegamos a la torre 6. Ahí teníamos que bajar por un tobogán.

Todavía nos quedaba tiempo y yo quería explorar la muralla completamente. Convencí a Eric y Saskia de ir andando hacia la torre 1 y volver de nuevo a la 6 para bajar después. Así hicimos, pero Saskia se quedó esperándonos a la vuelta desde la torre 3. Había de nuevo una subida hacia la torre 1, pero Eric y yo subimos rápidamente. Todo contento me hice la foto allí, habiendo hecho el recorrido entero de lo que se podía visitar. Con la hora justa, volvimos rápido a la torre 6 para hacer cola para poder bajar por el tobogán. Montado en un carrito, se bajaba por el tobogán de la montaña. Se podía frenar, pero yo quería bajar a toda velocidad. Desafortunadamente no fue siempre posible por unos turistas que tenía por delante, los cuales estaban más centrados en hacer videos en vez de la velocidad. De vez en cuando intentábamos los tres de pararnos en el tobogán para poder coger algo de velocidad de nuevo. Eso nos sirvió de algo para disfrutar del camino.

Llegamos abajo y la guía nos vio y nos señalo que volviéramos rápidamente al autobús. Íbamos bien de tiempo, pero al llegar al autobús vimos que todos estaban esperándonos. Me imagino que todos los turistas chinos no habían hecho la muralla al completo como nosotros. Con el aire acondicionado fresquito, me pegué una siesta mientras que volvimos a la ciudad. Volvimos en metro al hostal y allí estuvimos un rato descansando. Tras una ducha refrescante, quedamos los tres para salir a cenar. Invité también a Anna para que se viniera con nosotros. Los cuatros nos fuimos a un restaurante famoso para comer el pato pekinés. Ya afuera del restaurante se veía mucha gente esperando. Pregunté adentro para apuntarnos en la lista, pero habían 89 mesas delante nuestra esperando. Nos decían que podía tardar hora y media, pero viendo la cantidad de mesas delante nuestra nos marchamos. Fuimos a otro restaurante y allí nos hartamos de comer. Pedimos mucha comida, pero estaba todo riquísimo. Pasamos un buen rato ahí charlando y cenando. Tras terminar, yo tenía ganas de tomar una copa por ahí pero todos se querían recoger. Volvimos al hostal y allí estuvimos un rato charlando hasta que me fui a dormir. ¡Un día para no olvidar tras ver la Gran Muralla de China!

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