El día de hoy ha sido más tranquilo. Tenía ganas de dormir después del largo día de ayer. Me levanté sobre las 10:00 y había quedado a las 11:00 con Sven y Lina en un monumento. Ellos habían aprovechado la mañana para visitar el museo de los Nubios en el cual yo no tenía interés de visitar. Salí del hostal y pasé por una panadería para comprar alguna comida para el desayuno y para comer algo más durante el día. La panadería era de un barrio que de nuevo tenía muy mala pinta. Es casi como en las películas post apocalípticas: calles sin asfaltar con casas dañadas, medio derrumbados. Mucha basura por todos lados. Pero cuando digo mucha basura, es de verdad mucha basura. Todo lo tiran al suelo y no se mira por el medio ambiente. Es como un dicho holandés: pasar la fregona para recoger el agua pero con el grifo abierto.
El monumento era del obelisco no terminado. Era interesante de ver como hacían los obeliscos pero este desafortunadamente se partió en el momento de querer erigirlo. Por supuesto, como tíos que somos, no podía faltar hacernos la foto p*lla con el obelisco. Me sentí el típico turista guiri mientras que la gente nos miraba. Pero oye, nos reímos y de eso se trata.
Después de eso nos cogimos un uber local para ir al sur de la ciudad. Quería visitar el templo de Philae, que está en una pequeña isla. Cuando llegamos al puerto, me encontré con una pareja española/argentina de mi hostal que también iban al templo. Entre los cinco compartimos un barquito para ir a la isla. Pero, por supuesto había que negociar el precio del barquito. Ya sabíamos de otras personas que eran 20 libras por persona. Los del barco se hacían el loco, casi cogiéndose las manos a la cabeza escuchándonos. La argentina sacó su desparpajo y 20 libras por persona fueron con una hora en la isla. Tras navegar unos minutos por el agua dándonos el vientecito y el sol en la cara, llegamos a la isla. La isla dispone de un gran complejo de templos, pero está vez eran del tiempo de cuando los romanos dominaban en Egipto. Claramente se puede ver la diferencia en por ejemplo los monumentos de Cairo, que eran de los tiempos de los faraones, comparado con esto. Hay varios templos aquí, pero el más impresionante es el templo dedicado a Isis, la diosa del amor. Me ha parecido extraño y curioso ver las diferentes influencias de construcción juntas. Era algo que no había visto antes y tampoco no me había acordado de la influencia romana en Egipto. Por un lado la parte egipcia con sus jeroglíficos y típicas imágenes de los dioses egipcios. Por otro lado la influencia romana con sus columnas, bóvedas y órdenes clásicas que se ven tanto en por ejemplo Roma. Curioso dato también, todo el recinto fue reconstruido en esta isla por la subida del agua por la construcción de la presa.
Tras descubrir la isla, nos volvimos los 5 al barquito y nos llevó de vuelta a tierra firme. Allí cogimos entre todos un taxi y apretados nos fuimos al centro de Aswan. Una vez allí nos separamos y seguí con Sven y Lina. Buscamos un sitio para comer, que estábamos ya con mucha hambre. Tras una comida agradable nos fuimos para ese gran río el Nilo que separa la ciudad en dos. Cogimos el ferry para cruzar el río a una pequeña isla. Allí dimos una vuelta pero tampoco había mucho que ver o hacer. Vimos que había un museo al aire libre y decidimos entrar. Los guardias nos intentaron estafar diciéndonos el doble del precio de entrada, pero nos lo bajaron a su precio original. El museo estaba poco interesante ya que estaba mal conservado. Muchas piedras y había que tener imaginación para ver lo bonito que podía haber sido antiguamente. Lo más bonito, el atardecer en un punto alto con las vistas sobre el río y otras pequeñas islas. Nos fuimos tras tener que darle una propina al guardia que nos seguía por todos lados y se fue enfadado porque no estaba conforme con la cantidad que le dimos. Anduvimos por la isla un rato más y me encontré con las chicas del día anterior del hostal. Nos fuimos todos a tomar algo a un bar con vistas sobre el río y ahí pasamos un buen rato charlando entre todos.
Tras terminar yo ya estaba cansado y me volví al hostal. Lavé alguna ropa a mano y la tendí en la azotea para recogerla mañana por la mañana. Tenía ganas de estar tranquilo y de escribir un poco sobre mis aventuras. Me senté con mi tablet y una cerveza que había comprado por el camino al hostal y empecé a escribir en la sala común. Pero al final estuve charlando casi dos horas con la pareja española/argentina y otra pareja de México y Chile. La argentina era instructora de yoga y estuvimos charlando un buen rato sobre ese tema. Me hizo gracia que ambas chicas eran de América del Sur y tenían ese desparpajo y el “echao palante”. Ambos novios eran más tímidos. Totalmente lo contrario vamos. Nos recogimos todos y para la cama que mañana espera otro día largo y entretenido.