¡Buenas noches! Hoy ha sido un día de hacer kilómetros en coche. Me levanté a las 7:45 para pegarme una ducha, recoger la mochila y pagar el hostal. Había cola para los cuartos baños. Cuando me tocaba a mi, se me quería colar un chino. El chaval se señalo la barriga y le dejé pasar pensando que sería breve. Pero el tío tardó demasiado que le tuve que tocar la puerta y salió al momento. Extraño. Terminé con todo justo a tiempo, ya que estaba sonando el claxon afuera que era el taxi que me estaba esperando con Sven y Lina. El destino era ir a la ciudad de Luxor, considerado como un museo gigantesco al aire libre por todos los monumentos que hay. En vez de ir directo a Luxor, cogimos el transporte con paradas en dos pueblos más: Kom Ombo y Edfu. La ruta de Aswan a Luxor sería normalmente 3 horas, pero con las paradas de una hora en cada pueblo se extendería la ruta a 8 horas pasando por las orillas del Nilo.
La primera parada es Kom Ombo, donde se puede ver un doble templo ya que está dedicado a dos dioses: Horus (dios águila) y Sobek (dios cocodrilo). Del estilo grecorromana se puede ver diferentes salas para cada dios donde se hacían las ofrendas, pero también las salas comunes. Me pareció curioso un pozo con bajada escalonada. Con los escalones podían controlar antiguamente a donde iba a llegar el agua del río Nilo para tener una idea como iba a salir la cosecha de ese año. Con esa información podían determinar los impuestos de ese año. En esa época ya se andaban jugando con los impuestos. Otra cosa curioso era un calendario que tenía en la pared del templo en jeroglíficos señalando todas las fechas importantes de la ciudad.
En esta región el dios Sobek era muy amado, porque el cocodrilo era una animal que temían pero también respetaban por su fuerza, fertilidad y la sabiduría que daba a los egipcios sobre el río. Aparte del templo, incluía también un museo de cocodrilos. En ello se encontraban cocodrilos momificados. Muy curioso la verdad.
Seguimos la ruta y nuestro próximo destino fue el pueblo Edfu. Aquí vimos el templo de Horus. A la entrada ya te impresiona el tamaño de este templo. Con una anchura de 75 metros y una altura de 36 metros es complicado de coger la completa fachada en una foto. Aunque haya visto ya varios monumentos imponentes, no me sigue de sorprender el manejo que ya tenían hace miles de años en construir estas maravillas de la arquitectura. Y más imaginando que era todo sin maquinaria como conocemos hoy en día. Tras pasar literalmente por la puerta grande del templo, pasamos a varias salas dentro del templo con sus decoraciones y textos en las paredes. Impresionante la cantidad de jeroglíficos que se podían apreciar aquí. Dimos una vuelta por el interior del templo y también rodeamos las afueras. El sol ya apretaba con fuerza y los 30 grados se hacían notar. Fuimos a buscar el chófer y nos tomamos con él un té y retomamos el camino. Este chófer no hablaba tanto como mi amigo Mahmoud el futbolista, pero así podíamos hablar más entre nosotros sobre Holanda y otros temas. Tras 3 horas de camino por fin llegamos a Luxor.
En el hostal pregunté por precios de tours que organizan y me ofrecieron un gran precio para ir mañana en globo aerostático con el amanecer sobre la ciudad. Dicen que Luxor es la ciudad más barata en el mundo donde te puedes montar en globo aerostático. Después de eso iremos a la parte oeste de la ciudad con un guía para ver gran parte de los monumentos de por ejemplo el Valle de los Reyes, donde muchos faraones fueron enterrados en templos. Organicé todo el programa para mañana y me fui a cenar con mis amigos los holandeses. A ellos le recomendaron un sitio bueno donde había mi plato favorito: ¡koshari! Muy bueno la cena y tras ver que todavía era temprano, fuimos a visitar el museo de momificación. El museo para lo que costó no merecía mucho la pena. Era solo una sala, pero lo poco que tenía era interesante de ver. Enseñaban el proceso de momificación y los instrumentos que usaban en su día. No sabía por ejemplo que sacaban el cerebro de las personas al momificarlas. Pude hacer varias fotos chulas, como de una momia de una antiguo general y de algunos animales.
Ya estaba bien para el día. Me recogí y aquí estoy terminando de escribir. Tengo suerte en este hostal. Es una habitación para sólo tres personas y ahora mismo hay sólo otro chaval que no habla inglés parece. No pasa nada, tengo ganas de un poco de silencio y tranquilidad también. Ya me voy a dormir, que mañana tengo que estar listo a las 5:30. ¡Una muy buena noche!