1260 escalones 23/12/2023 Bangkok (Tailandia)
1260 escalones 23/12/2023 Bangkok (Tailandia)

1260 escalones 23/12/2023 Bangkok (Tailandia)

¡Muy buenos días! Hoy tocaba un día largo. Puse el reloj a las 08:00 y me levanté, recogí mis cosas y preparé la mochila para poder hacer el check-out. Bajé a recepción y me dijeron de dejar las mochilas en la sala común, pero a mi eso no me gusta. Pregunté si también tenían taquillas y me dieron una pagando algo de dinero. Metí mis cosas en la taquilla y me puse a desayunar en el hostal. A las 09:00 vendrían los del tour a recogerme, pero eran las 09:20 y todavía no habían venido. Me acerqué al negocio, que estaba al lado del hostal, donde había contratado el tour para preguntar que pasaba y me dijeron después que habían tenido algo de retraso por dos personas que no estaban preparados cuando fueron a recogerlas. A las 09:30 vinieron por mi y con la furgoneta llena nos fuimos a visitar primero unas aguas termales calientes. Era una hora de camino y me dormí un poco. Cuando estábamos llegando, empecé hablar con las dos chavalas que tenía sentado al lado mía. Eran dos hermanas de Alemania, pero una vivía desde hace varios años en Suiza.

Nos bajamos de la furgoneta y pudimos disfrutas de las aguas termales durante una hora. La primera “piscina” estaba a temperatura normal y cambiándome a otra empezaba a subir la temperatura. La tercera ya tenía una temperatura alta, pero se estaba bien metido ahí durante unos minutos. Ya después de eso me tenía que salir porque hasta empezaba a sudar del calor que hacía ahí dentro. Intentaba buscar una “piscina” más fresquita, pero no había nada que refrescara tanto después del baño caliente.

Nos marchamos al próximo destino que era el lago de esmeralda. Allí habían varios lagos que por los minerales tenían colores muy claros y bonitos. El lago de esmeralda estaba lleno de gente bañándose y por lo tanto decidimos irnos a otro lago de color claro, donde no nos podíamos bañar por la temperatura y minerales que tenía. Había que cruzar un tramo por la jungla y habían hasta carteles avisando de posibles serpientes que habían por aquí. No vi ninguna serpiente.

Volvimos al lago de esmeralda y ya habían menos personas bañándose. Nos metimos a dar un bañito y tras eso volvimos andando por al lado del río para ir a almorzar a un restaurante con buffet. El guía fue gracioso pero también bastante stricto, ya que habían llegado varias personas tarde a la hora que habíamos quedado. Ahí ya simplemente dijo que si no estábamos a nuestra hora, la furgoneta se iba sin ellos. ¡Avisado estábamos!

Nos tocaba de nuevo una hora de camino para visitar la cueva del tigre. Durante el camino empecé a charlar más con una de las hermanas alemanas y tuvimos bastante sobre que hablar: ambos hacemos yoga, nos habíamos marchado hace 10 años de nuestro país natal y trabajamos en el mundo de los hoteles.

De nuevo estaba pensando en la cantidad de gente interesante que hay a mi alrededor, pero que algunas veces por miedo o vergüenza no se conocen por no decir un simple hola o comenzar una conversación con una simple pregunta. Y lo que me está sorprendiendo mucho es que la gente que a primera vista no pienso que me puedan interesar mucho, me interesan más después de hablar con ellos. Pero es verdad lo que dicen, una sonrisa y un simple hola abre mucho mundo para descubrir.

Durante la hora de camino no paramos de hablar sobre nuestros trabajos y nuestras vidas. Llegamos a la cueva del tigre y aquí nos esperaba lo más duro del día. Había que llegar arriba de la montaña para poder ver las vistas sobre Krabi y apreciar también algunos monumentos ahí arriba. Para eso había que subir 1260 escalones. Me fui a subir solo para poder ir a mi ritmo e iba bien, pero por la mitad los escalones empezaban a ser más altos y complicaba mucho la subida. El guía nos dijo que el record estaba en 11 minutos, pero yo creo que llegué arriba en 30 minutos. Me senté y disfruté de las vistas sobre Krabi. Me quedé allí unos 10 minutos y ya tenía que bajar de nuevo porque o si no me quedaba en tierra. Me encontré a las alemanas y juntos bajamos abajo en 20 minutos. Tuvimos algo de tiempo todavía y nos pedimos un zumo fresco de piña como premio por la subida.

Nos montamos en la furgoneta y rápidamente me dejó en el hostal. Tras despedirme de todos me senté en la sala común. Empecé a hablar con un chaval de Francia y tras un rato me tuve que ir a duchar y recoger las cosas. Tenía que coger un grab para ir al aeropuerto de Krabi, porque tenía un vuelo hacia Bangkok. Hace unos días me había cogido el vuelo, porque quería estar con las navidades en una ciudad grande y ya también necesitaba un cambio después de dos semanas de playa, muchos turistas y alcohol. Tenía ganas de explorar Bangkok y ver de nuevo cultura como había hecho en Malasia. El vuelo tenía que salir a las 21:15, pero al final salimos a las 22:15 y temía perder el último tren desde el aeropuerto hacia el centro de la ciudad.

Llegué a las 23:30 a Bangkok y me dio justo tiempo de coger el último tren. Me bajé en la última parada y tras unos minutos andando llegué a las 01:00 al hostal. Allí me estaban esperando menos mal en recepción y me pude meter en la cama. Fue un día largo. ¡Hasta mañana!

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