Hoy me levanté con ganas de terminar de escribir sobre el retiro. Llevaba ya varios días escribiendo y necesitaba de terminarlo para tener la cabeza libre. Algunas veces parece como un trabajo de escribir en el blog, pero me gusta de tenerlo todo por escrito como recuerdo para el futuro. Tras varias horas pude terminarlo y me di por satisfecho.
Por la tarde me preparé para irme a la playa. Había estado ya varios días en la isla, pero todavía no había pisado playa. Salí del hostal, compré alguna bebida y comida en el 7eleven y me fui andando para el puerto para conseguir un taxi. De nuevo me dijeron que tendría que esperar a más gente para coger el taxi porque o si no era muy caro. Le pregunté si había alguien que me podía llevar en scooter y me dijeron que dentro del puerto había más opciones. En el puerto me dijeron directamente 200 baht y acepté. La mujer intentó decirme después que 300 baht, pero le dije que ya habíamos acordado 200 baht. Aceptó y me llevó a la playa.
Me senté en la playa sin toalla ni nada. Tenía ganas de sentir la arena. Me pegué un bañito y después me puse con el móvil a contestar a toda la gente que me había hablado por Instagram y WhatsApp por año nuevo. Tras el retiro no había tenido todavía las ganas de ponerme con el móvil. Había estado muy a gusto sin móvil esos 10 días la verdad.
Aquí empezó un arrepentimiento que tengo ahora, que espero que no vuelva a ocurrir. Es algo en lo que estoy trabajando, ya que no quiero pensar más en lo que podía haber sido pero simplemente tomar acción en el momento. Vi una chavala muy mona sentada en el chiringuito detrás de mí y al rato se sentó en la playa al lado mía. Se le acercó un perro y se tendió en su toalla. Le hablé brevemente y se rio. Tenía una sonrisa preciosa. Tras eso seguimos ambos con el móvil y me puse hacer fotos del atardecer. Se le acercó un chaval a hablarle pero se fue rápido. Al final se levantó, me dijo adiós y se fue. Oportunidad perdida. Mientras tanto me escribió Elena que iba a ir a cenar con la otra mujer y la actriz y el chaval que iban conmigo en el ferry. Yo estaba cerca del hotel de ella y quedamos ahí para coger un taxi los tres para el sitio que nos había dicho la actriz. Tuve que esperar un poco y anduve mientras tanto por la calle y vi de nuevo la chavala sentado en un restaurante sola. Pensé que esto era un señal de dios, pero ya me estaban esperando. Conseguimos compartir un taxi con dos otras personas y nos fuimos.
Por el camino me puse a mirar donde íbamos y vi que era un hotel de 5 estrellas. Pensé en lo que costaría cenar allí. También por las pintas que llevaba, iba en chanclas con mi bañador y una camiseta normal. Vamos, que venía de estar en la playa. Llegamos y el sitio espectacular. Conseguimos una mesa en un sitio bueno al lado de la piscina iluminada y las vistas. La actriz se quedaba ahí a dormir y pagaba 180 dólares la noche. Mientras tanto yo pagando 2,50 euros en mi hostal por noche. Por supuesto que me lo puedo permitir, pero hay que viajar durante un año. Estuvimos ahí hablando y cenando muy bien. Al final la mujer llevó de nuevo la conversación como la otra noche sobre la espiritualidad y todo eso. Yo y el otro chaval le discutíamos y a mi me gustaba el discutir y debatir de esa forma. Las otras dos chavalas ya estaban un poco hartas del tema de conversación. Cuando fuimos a pagar, la actriz dijo que ya lo había puesto todo a su cuenta de la habitación. Pero yo no quería eso y le pague mi parte. Al final no fue tanto tampoco, 15 euros más o menos. Nos despedimos y ya no nos veríamos más.
Me fui andando por la carretera y vi que eran 50 minutos andando para llegar al hostal. Me puse a andar y al final se me paró un taxi cuando solo me quedaban 20 minutos. Decidí ya de seguir andando ya que me estaba gustando. Llegué al hostal y me fui a dormir. ¡Hasta mañana!