Tenía ganas de explorar Ayutthaya, pero estaba tan a gusto en la cama que me levanté más tarde. En recepción alquilé una bicicleta para los próximos dos días. Ahí también me dieron una ruta que seguir con la bicicleta por google maps. Aparte, reservé también un tour con el barco para por la tarde.
Salí y me fui a desayunar. Vi un sitio donde había alguna gente sentada y me pareció bueno. Pedí mi comida y al final estuve esperando 40 minutos y mi comida no aparecía. El camarero me dijo ya 3 veces que estaban en ello, pero yo veía que gente que llegaron después que yo, ya estaban comiendo. Tras 40 minutos de espera, me levanté y me marché. Con hambre todavía, me fui al primer sitio que quería visitar. Ahí había una pequeña tienda con bocadillos y eso fue lo que me comí antes de entrar.
Ayutthaya fue antiguamente la capital del reino de Siam, que son varios países del Sudeste asiático actual. Mi primera parada fue en Wat Mata That y fue lo que más tenía ganas de visitar. La razón es por una película que veía de joven. Es la película “Kickboxer” con Jean-Claude van Damme. Desde joven me encantaba esa película. Veía los templos donde entrenaba Jean-Claude y me fascinaba la paz que me transmitía ese lugar. La música de Paul Hertzog para la película es maravillosa y a día de hoy sigo escuchando algunas canciones. Parecía un fan, ya que había visto por la mañana algunas escenas de la película para saber donde habían grabado y poder hacer yo ahí un video o una foto.

Lo primero que vi fue un árbol con una cabeza de buda entre sus raíces. La historia es que la cabeza se cayó de una estatua y con el tiempo las raíces crecieron alrededor de ella. Andando por el recinto pude ver los varios templos y me pareció un sitio mágico. Sentí mucha paz y estaba disfrutando del momento. Me acordé del retiro de meditación, donde decían de vivir en el momento.

Cogí mi bicicleta y me fui a visitar dos templos más: Wat Ratchaburana y Wat Phra Ram. Ambos iguales de bonito como el primero. Sentí que ahora estaba viendo realmente la Tailandia original. Desafortunadamente también vi algunos turistas montados en elefantes andando por la calle. Había leído que en el sur de Tailandia ya no hacían esto ya que se dieron cuenta del maltrato al animal. Aquí lo siguen haciendo. Fue una experiencia rara de pasear con mi bicicleta por la carretera y pasar un elefante al lado mía en dirección contraria.

Volví al hostal ya que a las 16:00 salía el tuk tuk para comenzar con el tour por barco. En el tuk tuk conocí a varias personas de mi hostal: Un chaval de España con su pareja alemana, una americana y otra alemana. Estuve hablando con el español, pero no tuve buen rollo y me puse a hablar con las otras dos chavalas. Hicimos tres paradas con el barco. Las primeras dos fueron unos templos, pero no me llamaron mucho la atención. La ultima parada sí fue muy bonita: Wat Chaiwatthanaram. Un templo grandísimo y con atardecer espectacular. Allí estuvimos media hora viendo todo el recinto y tras eso volvimos para el barco para volver al hostal. Nos quedaba media hora de barco paseando por el río que rodeaba el casco histórico de la ciudad.

Una vez en el hostal quedé con la americana, Taylor, y la alemana para cenar. Al final la alemana no vino, pero se juntó otra americana con nosotros. Fuimos andando a buscar un restaurante para comer y allí estuvimos charlando y cenando. La americana es del poli-amor y Taylor y yo estuvimos intentado de entender como podía funcionar eso. Yo personalmente no comparto ese estilo de vida. Terminamos de cenar y nos fuimos a un bar donde éramos los únicos turistas. Con música local y moderna pasamos ahí un buen rato hasta que ya nos recogimos en el hostal.