A las 06:30 me sonó la alarma. Tenía que recoger la ropa tendida y preparar la mochila. A las 08:00 tenía que estar en la oficina para coger el minibús. La mañana estaba fresquita y tuve frío ya que iba de nuevo en pantalón corto y camiseta.
Para ir a Chiang Rai tenía que volver primero a Chiang Mai, donde había estado anteriormente. A las 12:00 llegué a Chiang Mai y me fui a almorzar. En el restaurante me puse a escribir mientras que esperaba a coger el próximo autobús, que salía a las 14:00. Varias horas más en el autobús y llegué a Chiang Rai a las 17:00.
Me fui directamente al hostal y ahí me llevé varias horas intentando de arreglar el cruce de frontera a Laos. También quería coger un tour para mañana para ver Chiang Rai. Por el hostal lo podía contratar todo, pero tenía que pagar en efectivo. Eso no me servía, ya que tenía el efectivo justo para estos días y también tenía que cambiar baht a dólares americanos para pagar el visado de Laos. A todo esto, tampoco tenían habitaciones para mañana en el hostal que estaba. Había contratado solo una noche para estar seguro que iba haber un barco para Laos. Todo esto me estaba complicando las cosas. La recepcionista ya estaría harto de mi ya que estaba andando para arriba y para abajo.
Al final tomé decisiones. El tour lo contraté online para pagar con tarjeta. El barco para cruzar la frontera de Laos lo contraté por una agencia al lado del hostal donde sí podía pagar con tarjeta. Eso sí, tenía que pagar una comisión de 3% por el pago con tarjeta. Pero de todos modos, me salió más barato que en el hostal. Para el hostal me cogí otro hostal cercano. Contraté también dos hostales en Laos. Por último, pude cambiar 2000 baht por 55 dólares americanos en una casa de cambio.
A las 20:30 pude respirar tranquilamente. Ya tenía todo preparado para los próximos días. Salí a dar una vuelta por la ciudad y me fui a cenar al mercado callejero nocturno. Ahí tuve que ayudar una señora mayor de España que estaba pidiendo comida y no entendía muy bien el inglés. Tras cenar me recogí y aquí estoy ahora escribiendo. Hacía unos días que no ponía al día mis aventuras y ahora es el momento. ¡Muy buenas noches!