Me levanté tarde y me fui a desayunar. Me recomendaron un sitio y fui allí. Entre en el restaurante y me senté en una mesa. De repente la mesa de al lado me llama por mi nombre y levanto la cabeza. Era la pareja irlandesa y me senté con ellos a desayunar. Estuvimos charlando y les ayudé con sus planes de viaje para las próximas semanas.
A las 13:00 quedé con Mia y Mickey para que vinieran a recogernos en tuk tuk para llevarnos a la estación de tren. Hoy tocaba irnos a una ciudad nueva, la capital de Laos: Vientián. A Mickey y a mi nos empezaron a entrar los nervios ya que el recepcionista dio entender que se le había olvidado de contratar el transporte para nosotros. Tuvimos que esperar más de la cuenta y el tren salía en breve. Mia confiaba en que todo iba a salir bien, nosotros no tanto. Al final llegó el tuk tuk y nos llevó rápido a la estación de tren. Faltaban 5 minutos para que saliera el tren y pasamos rápidamente los controles. Me dio hasta tiempo de comprar algunos snacks para el viaje.
Sobre las 17:00 llegamos a la capital. Conocimos a otro chaval por el camino y juntos fuimos a buscar un tuk tuk para que nos llevará al centro. Antes estuvimos esperando que Mia arreglará unos billetes de tren para su próximo viaja a China. Después de eso pusimos rumbo al centro. Mickey había cogido un hostal de habitación compartida y Mia quería quedarse de nuevo en un hotel. Yo hacia tiempo que no me quedaba en un hotel bueno y decidimos compartir una habitación con dos camas. Fue raro ver una habitación tan grande para solo dos persona, después de estar acostumbrado a hostales.
Nos reunimos por la noche de nuevo los 3 y se junto con nosotros Björn, un sueco que habían conocido ellos la noche anterior. Fuimos los 4 a cenar a un restaurante y pasamos un buen rato allí. Después de comer, nos fuimos al mercado callejero. Dimos una vuelta por ahí y vimos que había también una feria. Nos acercamos y vi que tenían los coches locos. Hacía años que no me había montado en ellos y al final nos montamos los 3 en ellos (Björn ya se había marchado). Como un niño pequeño estuve ahí disfrutando de los coches locos.
Tras eso nos fuimos a un bar en un tejado de un hotel con vistas sobre la ciudad. Pensé en marcharme antes a dormir porque estaba cansado y mi barriga estaba regular. Estuvimos un rato en el bar y decidimos recogernos para dormir.
