Tenía pensando de visitar el pueblo flotante por la mañana, para no irme de Brunéi sin haberlo visto. Pero al despertarme no tenía mucho interés en ir a verlo. Me levanté tranquilamente y tras hacer el check-out, me fui a desayunar a la cafetería de enfrente. Mientras que estaba comiendo, se me acerca una mujer hablándome español. Al principio me confundió al escucharla y le contesté en inglés. Se disculpó directamente y me dijo en inglés que pensaba que era español. Ya ahí mi cerebro entendió la situación y hablamos un poco en español. Es gracioso cuando la gente ven en seguida que soy español.
Tras el desayuno, me fui al aeropuerto en Grab y ahí tuve que hacer de nuevo mis malabares para no pagar por el equipaje. Me colgué la mochila pequeña en la espalda y me puse la chaqueta por encima. La mochila grande me la colgué también en la espalda y así fui al mostrador. Parecía el jorobado de Notre Dame, pero la señora no se percató de nada al verme de frente. Cogí el avión y sobre las 18:00 de la tarde aterricé en Kuala Lumpur. Me fui a la estación de tren y me monté en el tren hasta el centro de la ciudad. Desde ahí solo tuve que andar diez minutos hasta el hostal. Sorprendentemente, el hostal estaba en medio del barrio “Little India”. No me había dado cuenta de eso al reservarlo, ya que India será mi próximo destino en unos días. Comí algo rápido y me fui a mi habitación privada para descansar.

El siguiente día, 15 de agosto, me levanté tarde y me fui a desayunar a una cafetería al lado del hostal. Vi que tenían buen Wi-Fi ahí, lo cual en el hostal no era tan bueno. El desayuno fueron unas tostadas con crema de cacahuete y kaya, una mermelada de coco. Tras eso, me cogí un Grab hasta el centro, ya que vi que todavía me quedaba algo de dinero malasio en la cartera virtual. Visité un templo hindu Sri Mahamariamman y seguí andando hasta ver de nuevo las torres Petronas. Por el camino también pasé por la torre Merdeka 118. Fue extraño pasear por la ciudad, ya que estuve aquí en diciembre y me hizo recordar los momentos bonitos que tuve aquí. Cada vez me doy más cuenta que los sitios te pueden dar recuerdos bonitos, pero al final los momentos que se comparten con otros hacen esos recuerdos más bonitos todavía.


Entré en las torres Petronas para ver si podía subir arriba, ya que no lo había hecho todavía. Desafortunadamente, para hoy ya no quedaban entradas. Me di una vuelta por el centro comercial y fui también a imprimir el visado de India para mañana. Sin saber muy bien que hacer más por ahí, me cogí el metro y volví al hostal a media tarde. Fui por la tablet y me fui a la cafetería de al lado a almorzar. Ahí me puse a poner al día el blog cargando todos los textos y fotos sobre el último mes. Me llevé varias horas con eso y también estuve preparando cosas para el viaje a India. Ya de noche, compré algo de comida para cenar y me recogí a mi habitación. Ahí me puse a ver una película por la tablet, algo que no había hecho en varios meses. Terminó la película y me fui a dormir, pero notaba que estaba algo nervioso todavía por mi próximo destino. Tras dar varias vueltas en la cama, me puse a ver otra película. Ya con eso sí me quedé dormido.

