La ciudad que deseaba ver 04/09/2024 – 06/09/2024 Varanasi (India)
La ciudad que deseaba ver 04/09/2024 – 06/09/2024 Varanasi (India)

La ciudad que deseaba ver 04/09/2024 – 06/09/2024 Varanasi (India)

Abrí los ojos y miré por la ventana para ver donde estaba. Era ya de día y pensaba que debería estar cerca de Varanasi. Miré el móvil y vi que quedaba a una media hora de camino. Preparé mis cosas y al llegar, me bajé del autobús y directamente me rodearon varios conductores de rickshaws. Negocié precio y uno me llevó al hostal.

Varanasi, una de las ciudades más antiguas del mundo habitadas de forma continua, está situada a las orillas del sagrado río Ganges. Es conocida también como Kashi o Benarés, y es considerada el epicentro espiritual del hinduismo. La ciudad cuenta con más de 80 ghats (un área o escalinata al lado de un río sagrado), cada uno con su propio propósito e historia. Algunos, como el Dashashwamedh Ghat, son puntos clave para ceremonias públicas, incluyendo la famosa Ganga Aarti, un ritual nocturno en honor al río. Otros, como el Manikarnika Ghat, tienen un significado completamente diferente: es aquí donde se realizan las cremaciones, una parte integral del ciclo de la vida y la muerte según las creencias hindúes.

La primera noche, tras cenar, me acerqué a ver el Ganga Aarti. Llegué a buena hora, pero había muchísima gente esperando para que comenzará la ceremonia. «Aarti» significa ofrenda de luz y se honra al río Ganges, que es considerado una diosa en la tradición hindú, llamada Ganga Ma (Madre Ganges). Los sacerdotes, vestidos en túnicas tradicionales, dirigen la ceremonia utilizando lámparas encendidas con fuego, flores, incienso y campanas. Las lámparas encendidas se balancean en patrones circulares mientras se ofrecen al río, acompañadas por cantos. El fuego representa la luz y la pureza, usado para venerar al río como símbolo de energía divina. Pequeños barcos de hojas con flores y velas son colocados en el río como símbolo de oraciones.

El siguiente día fui a explorar la ciudad antigua, que está llena de callejuelas. Perderse en el laberinto de callejones estrechos de Varanasi es casi inevitable y, de hecho, es parte del encanto. Estas calles están llenas de pequeños templos, casas antiguas, tiendas de seda, y puestos de comida callejera. En cada esquina, me encontraba algo inesperado: un sádhu (asceta hindú) meditando, un grupo de niños jugando, o el aroma embriagador de las especias y el incienso.

Encontré un pequeño ghat donde vi que habían dos cremaciones. Me acerqué y me quedé ahí de pie simplemente mirando. Se me acercó gente y de vez en cuando me preguntaban y me explicaban cosas. Ahí entendí que para ellos es algo importante y forma parte de su estilo de vida diaria. Había varios familiares sentados en las escaleras viendo como su ser querido estaba siendo incinerado delante suyo. Para nuestra cultura es algo impensable ver eso de cerca, pero aquí es normal. Lo que más me sorprendió: no escuchaba gente llorando. Estaban hablando entre ellos como si estuvieran sentados y tomando algo. Algo totalmente diferente con España.

Seguí mi camino y llegué al Manikarnika Ghat, uno de los ghats más sagrados y antiguos en Varanasi. Tiene un significado único en la cultura y espiritualidad hindú. Es conocido como el principal ghat de cremación a orillas del río Ganges, y su importancia radica en las profundas creencias relacionadas con la vida, la muerte y la liberación espiritual. Según la creencia, ser cremado en este ghat y que las cenizas sean sumergidas en el Ganges asegura la liberación del alma.

Las cremaciones en Manikarnika Ghat se realizan las 24 horas del día, todos los días del año. Se utilizan grandes pilas de madera que son seleccionadas cuidadosamente, ya que la cantidad y tipo de madera afectan el costo del ritual. Para una cremación se necesita más o menos 360 kilogramos de madera. Esta madera viene de unos bosques que están a 400 kilómetros de Varanasi. Toda esta madera vale por supuesto un dinero: unas 10.000 rupias que equivalen a unos 100 euros. Muchas familias no pueden pagar esto, pero son ayudados a través de donaciones para poder despedir en condiciones a su ser querido.

Hay un proceso para la cremación:

  1. Preparación del Cuerpo
    Baño ritual: El cuerpo del fallecido, envuelto en una tela (generalmente blanca para hombres y mujeres casadas, y roja o amarilla para mujeres solteras), es llevado por la familia al ghat. Antes de la cremación, se sumerge en el agua del río Ganges, considerada sagrada, para purificar el alma. En ocasiones, el cuerpo se decora con flores, especialmente caléndulas, y se aplica pasta de sándalo o cúrcuma, según las tradiciones regionales.
  2. Construcción de la Pira Funeraria
    La pira se construye con troncos de madera cuidadosamente apilados. Los tipos de madera más comunes son el sándalo (para los más adinerados) y el mango, aunque la elección depende de la disponibilidad y el costo. La cantidad de madera se calcula según el peso del cuerpo, ya que la cremación debe ser completa.
  3. Encendido del Fuego
    Un miembro masculino de la familia, generalmente el hijo mayor, lidera el ritual y enciende la pira. Antes de encender el fuego, se realiza un ritual donde el encargado camina alrededor del cuerpo cinco veces (simbolizando los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter). El fuego utilizado es especial, ya que en lugares como Manikarnika Ghat, se dice que el fuego sagrado ha estado ardiendo ininterrumpidamente durante miles de años.
  4. Proceso de Cremación
    Una vez encendida la pira, el cuerpo se consume lentamente por las llamas. Este proceso puede durar de 2 a 3 horas. Durante este tiempo, los familiares permanecen cerca, rezan o recitan mantras, aunque el ambiente es generalmente sobrio y silencioso. Al final del proceso, las cenizas y restos óseos que no se han consumido completamente se recogen y se esparcen en el río Ganges.
  5. Significado Espiritual
    La cremación junto al Ganges simboliza la purificación del alma y su liberación del ciclo de nacimiento y muerte. Se cree que el agua sagrada del Ganges ayuda a purificar los pecados y a guiar el alma hacia la iluminación.

Hay algunos algunos cuerpos que no son cremados, sino directamente sumergidos en el río, como: niños pequeños, personas santas, mujeres embarazadas y víctimas de mordeduras de serpientes. Estas personas son consideradas puras o especiales, y no necesitan el proceso de cremación.

Todo este proceso me lo estuvieron explicando los sacerdotes y los Doms, que son los guardianes tradicionales de las cremaciones. Tenía ganas de explorar y de acercarme lo máximo posible a las cremaciones, pero también intentando ser respetuoso. Caminando por los callejones me encontré con difuntos tendidos en camillas de bambú. Algunos cubiertos en telas blancas, pero también otros que estaban descubiertos y con flores. La verdad que un momento en concreto me dejó un poco en shock: giré una esquina y ahí en el suelo en una camilla de bambú estaba un señor difunto descubierto. Con esa naturalidad tratan la vida y la muerte aquí. Otro momento que me dejó también en shock fue cuando decidí subir unas escaleras pensando que desde ahí iba a tener unas vistas sobre todo. Fue lo contrario: al llegar arriba, había 4 cremaciones y directamente noté en la cara el calor de las llamas. Sorprendido por lo que había visto y viendo que era también el único turista, bajé las escaleras directamente.

Otra cosa que me sorprendió mucho fue también cómo vive la gente del río Ganges. En un sitio puede estar la gente lavándose o limpiando la ropa o las cacerolas, y un poquito más abajo están tirando los restos de una persona al río tras la cremación. Un poco más abajo hay niños jugando en el agua y ahí al lado hay gente metiéndose en el agua para una purificación espiritual. Otro señor se acerca al río con su vaso para llenarlo de agua y beberlo posteriormente. Intenté procesar lo que había visto y aprendido durante la mañana y la tarde. Me fui a una cafetería y ahí estuve el resto de la tarde escribiendo. El siguiente día me tocó irme de Varanasi. Es una ciudad que te abre los ojos y te mete directamente en el día a día de Varanasi. Puede ser impactante para mucha gente, pero también podemos aprender de ellos. La vida y la muerte son dos cosas muy naturales de nuestras vidas y debemos de tratarlo con más normalidad.

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