12 de febrero de 2025. Hoy tenía un tour que iba a durar casi todo el día y eso me preocupaba. Llevaba ya varios días mal con la barriga (para ser claro: diarrea) y tenía miedo que me iba a dar un susto por el camino. No me gusta tomarme pastillas, pero decidí tomarme dos pastillas de fortasec para estar un poco más seguro. Con el cuerpo regular, me quedé esperando en recepción hasta que nos recogieron para montarnos en el minibús. En recepción vi una chavala que me llamó la atención por la energía y alegría que transmitía. Me senté al lado de ella y por el camino empecé a hablar con ella. Mucho más tarde me contó que ella pensó también en hablarme y se alegró que yo había empezado a hablarle. Se llama Cassie y es de Estados Unidos. Durante todo el camino estuvimos charlando y éramos los únicos que se escuchaban en el minibús. Me pareció una chica interesante y con la cual se podía hablar fácilmente.
Tras hora y media de minibús, llegamos al cañón del Sumidero. Es un impresionante cañón ubicado cerca de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Este lugar es conocido por su belleza natural y su importancia ecológica. El cañón tiene paredes de roca que alcanzan hasta 1,000 metros de altura en algunos puntos y está rodeado por la vegetación del Parque Nacional Cañón del Sumidero. Nos montamos todos en un barco (¡sin techo!) y durante dos horas exploramos el cañón recorriendo el río Grijalva.
Fue impresionante y en ese momento me sentí tan pequeño al ver la grandeza del cañón. Pude ver varias aves, monos, iguanas y hasta varios cocodrilos. Me sorprendió lo grande que eran los cocodrilos, ya que algunos podían medir fácilmente 4 metros o más.
Durante 34 kilómetros recorrimos todo el río hasta llegar a un lago con la hidroeléctrica. Ya ahí dimos la vuelta y nos fuimos de vuelta al punto de inicio. Me encantó ver el cañón, pero notaba que físicamente estaba sufriendo al no estar bien y también tener el sol dándome durante dos horas en el barco.
Al pisar tierra firme, me metí rápidamente en el minibús para estar fresquito con el aire acondicionado. Seguí charlando con Cassie hasta llegar a los miradores arriba del cañón. Soy el tonto de los miradores y aquí estuve disfrutando. Impresionante las vistas desde arriba y me quedé sentado ahí un rato para poder admirar toda esa belleza.
Visitamos varios miradores y tras eso nos fuimos a visitar un pequeño pueblo a la entrada del cañón llamado Chiapa de Corzo. Allí tuvimos una hora para dar una vuelta. Entramos en un convento y en un mercado y después dimos una vuelta por las calles para hacer varias fotos. Pasado la hora, nos volvimos a San Cristóbal de las Casas. Sobre las 17:00 llegamos allí y invité a Cassie a dar una vuelta por la ciudad antes de la cena en el hostal. Nos fuimos a un mercado con varias cafeterías y nos sentamos en un sofá para charlar y tomar algo. Nos pusimos a charlar sobre nuestras vidas y tocamos temas bastante personales. Ella habló sobre su familia y la ruptura de su última relación y yo compartí cosas de las cuales normalmente no me gusta hablar, como la muerte de mi padre o mis abuelos. Cassie tenía algo que hiciera que fuera fácil de hablar con ella y profundizar. Podíamos quedarnos ahí las horas y horas charlando, pero ya casi íbamos tarde para poder cenar en el hostal y nos volvimos. Miré el móvil y me había hablado Scarlett por si quería quedar con ella durante la tarde para dar una vuelta, pero le tuve que decir que no. La vi después durante la cena en el hostal y estuve hablando un rato con ella.
Cenamos en grupo y me quedé la noche en el hostal de nuevo charlando con varias personas. Cassie se recogió temprano y yo me quedé charlando con otras personas. Me despedí también de Scarlett, ya que ella se iba mañana temprano a otra ciudad. Curiosamente, aprendí ahí que en México se da solo un beso como despedida y no dos como en España. Los holandeses es que son demasiado con sus tres besos. Ya tarde, me recogí también y me fui a dormir.