A las 5:30 llegamos a Surat Thani. Medio dormido me levanté y salí del autobús. El sitio estaba lleno de gente que estaban esperando los minibuses para que se lo llevaran al ferry para las islas. Yo me quedaba en Surat Thani, pero tampoco tenía plan ni había preparado estancia ni nada. A las 5:30 de la mañana, todavía de noche, empezaba a arrepentirme de no haber cogido un hostal o algo. Me pedí algo para tomar en el kiosco y me senté en la acera para ver con el móvil que podía hacer ahora. Decidí pedir un grab para el centro de Surat Thani, pero no había ningún coche disponible a esa hora. Tras 15 minutos lo intenté de nuevo y ahora sí tuve suerte. El grab me dejó en el centro y todo estaba todavía cerrado. Entré en un hotel para ver si tenían una habitación para entrar directamente, pero estaban lleno. Seguí andando y entré en otro hotel y allí me dijeron como pudieron, ya que no hablaban inglés y mi tailandés no va más allá de un hola, que tenían una habitación para mi de 07:00 a 12:00. Le dije que sí y esperé un rato en recepción.
Mientras que esperaba, me puse a mirar por el móvil un hotel cerca del sitio del retiro. Vi que quedaba una últimamente habitación y así podía entrar a medio día y salir mañana. Pensé que sería mucho mejor que dormir ahora solo unas horas. ¡También era una habitación con cuarto de baño para mi solo! Fíjate que pensaba que me iba a costar trabajo dormir en hostales pero desde que me fui de España, solamente había dormido en habitaciones compartidas. Decidí darme el capricho y cogí el hotel al lado del retiro. Me fui del hotel donde estaba y ahora solo me quedaba pasar algunas horas de espera por la ciudad. Poco a poco iba amaneciendo y me gustó ver como la ciudad poco a poco iba cogiendo vida. Yo, con mi mochila grande en la espalda y la pequeña por delante, andando por la ciudad sin rumbo. Lo curioso fue que estaba andando con una sonrisa por ahí. Eran las 07:30 y nunca me había imaginado de hacer yo algo así. Pero ahí estaba yo y no pasaba nada. Me senté en un banquito para comer algo de la comida que llevaba encima. Después me fui a buscar un cajero para sacar algo de dinero y me senté en unas escaleras. Ahí estuve un buen rato sentado simplemente viendo la gente pasar por la carretera.

No estaba ni cansado, había podido dormir algo en el bus. Pero sí estaba ya lleno de sudor de todo el día de ayer y la noche en el autobús. Ya necesitaba una ducha y estaba deseando de lavarme los dientes. Esperé hasta las 08:30 y me levanté. Ahora tenía que comprarme unos pantalones largos cómodos para hacer el retiro ya que no se puede llevar allí pantalón corto. Las tiendas callejeras ya habían abierto y pasé por varios mercados para buscar un pantalón. Entré en varios pero no encontré nada que me gustará. Al final encontré uno que me gustó y por 100 baht lo compré. Tras eso me fui a la estación de autobús y me dirigieron a otra estación cercana. Allí me compré por 2 euros una plaza en un minibús para que me llevará 50 kilómetros hacia el sitio del hotel. A las 09:30 salimos y en el minibús me quedé dormido. Tardaba una hora pero tenía miedo de perder mi parada ya que había que avisar al conductor para que parará. Con dificultad pude dejar mis ojos abiertos los últimos 10 minutos y el conductor me dejó al lado de la autovía. Crucé la autovía y ahí estaba mi hotel esperándome. Menos mal que tras unos minutos de espera me dejaron entrar directamente en la habitación.
¡Aaaahhhhhhhh, que maravilla! Una habitación solo para mi, una cama grande para mi, un cuarto de baño para mi. Me fui directamente para la ducha y me sentó de maravilla. Lavé algo de ropa y lo puse a tender afuera. No tenía sueño en ese momento y me puse a escribir un poco que llevaba atrasado mis aventuras. Tras un rato me quedé dormido.
Me desperté tarde. Eran casi las 18:00 y me vestí para buscar algo de cenar. Por el mapa vi que por la carretera había algunos sitios para comer, pero paseando por la autovía no veía nada abierto. Lo único que había visto fue un kiosco al lado de la autovía de comida callejera para los camioneros. Estaba vacío pero no me quedaba otra que cenar allí. Me pedí unos noodles con verduras y carne. Estaba muy bueno y siendo sincero, la comida callejera ha sido mejor que los restaurantes en los que he comido. Paró un camionero también para comer. Me pedí un plato más de arroz para llenarme un poco más ya que no había nada de postre.

Viendo que no había nada más por aquí, me volví al hotel. Aquí estoy ahora escribiendo. Mañana me quiero levantar temprano para ser uno de los primeros para registrarme para el retiro al tener plazas limitadas. Durante la tarde entraré en el retiro y a las 19:00 empezará definitivamente. Año nuevo lo comenzaré en silencio.