Volví a desayunar al mismo sitio de estos últimos días y tras eso cogimos Mickey y yo el minivan para que nos llevará al puerto de la ciudad de Sihanoukville. Desde Kampot eran solo 100 kilómetros de distancia, pero por el estado de las carreteras tardamos tres horas. Gran parte del camino no estaba ni asfaltado. Cuando llegamos al puerto, tuvimos que aligerarnos para coger el ferry. Tras 45 minutos de ferry, llegamos a la isla de Koh Rong. Ambos estábamos en el mismo hostal, pero con habitaciones privadas. Cuando llegué a la habitación me quedé durmiendo la siesta. Estaba tan a gusto solo en la habitación que al final me quedé toda la noche tranquilo ahí viendo películas y series. Mi cuerpo me pedía desconectar.

El día 16 fue más de lo mismo. No tenía ganas de socializarme y estaba de maravilla solo haciendo lo que quería. Mickey me había comprado hasta una entrada para una fiesta por la noche, pero le dije que no tenía ganas y me quedé tranquilo en el hostal. El próximo día 17, quedé con Mickey a media tarde para cenar. Yo estaba ya sentado en un chiringuito y vino a verme. Allí cenamos juntos y nos tomamos unas cervezas mientras que charlamos. Él se fue al hostal y yo me quedé la tarde/noche tirado en la hamaca del chiringuito disfrutando de la música y del paisaje.

El siguiente día 18, quedamos para desayunar. Mickey se marchaba a la otra isla pero yo decidí de quedarme más tiempo aquí. Estaba a gusto y no tenía ganas de moverme de nuevo. Nos despedimos y a lo mejor nos volveremos a ver de nuevo por el camino en Vietnam. Ahora mismo todavía no sé si seguir la ruta que tenía pensado originalmente o hacer un cambio. El plan original es de seguir mi camino hacia Vietnam y posteriormente las Filipinas y Indonesia. Ahora estoy pensando en irme a Indonesia y posteriormente las Filipinas y Vietnam. La razón de este cambio es que me gustaría visitar a Justyna, pero no quiero cometer los mismos errores de antes y también tengo que saber todavía lo que opina ella.

Tras el desayuno me fui a andar por la playa. Llegué a la otra parte de la isla y allí encontré una hamaca bajo las palmeras. Me tendí en la hamaca y allí me quedé en la sombra con la brisa del mar durante varias horas. Tras eso volví al hostal y recogí mi ropa que habían lavado. Me duché y me fui al chiringuito del otro día para cenar allí y tomar algo. Me senté en una mesa casi a la orilla del mar y allí estuve disfrutando de la música y la noche.
