Día de tristeza 12/03/2024 Nom Pen (Camboya)
Día de tristeza 12/03/2024 Nom Pen (Camboya)

Día de tristeza 12/03/2024 Nom Pen (Camboya)

Aunque es una cosa muy triste, tenía ganas de este día. Hoy iba a visitar el museo S21 y los campos de la muerte. Me levanté temprano y me fui a desayunar solo al restaurante al lado del hostal. Mia y Mickey llegaron cuando yo ya terminé de comer y al final ellos también se pusieron a desayunar. Tras eso cogimos un tuk tuk y nos fuimos al museo S21.

El nombre S21 viene de la S de seguridad y 21 fueron los walkie-talkies que usaron los guardias. Antiguamente un colegio, los Jemeres Rojos modificaron el colegio a una prisión. Aquí llegaron muchos prisioneros y fueron interrogados y torturados para conseguir información sobre los traidores de la revolución. Los prisioneros muchas veces firmaban ya hasta una falsa declaración para dejar de ser torturados. Una vez que los Jemeres Rojos conseguían lo que querían de los prisioneros, se los llevaban al campo de la muerte que está en las afueras de la capital. Allí los mataban y los enterraban en fosas comunes.

Al llegar al museo, cogimos un guía para que nos diera información. Mientras que pasábamos por los diferentes edificios y sus celdas, la guía nos explico sobre su vida. Su propia familia fue víctima de los Jemeres Rojos. Su padre fue asesinado y de su hermana y hermano nunca se escucho algo más. Ella, con 8 años, se pudo escapar a tiempo con su madre y otra hermana a Vietnam. Mientras que nos contaba su historia, Mia empezó a llorar, Mickey se quedó callado y con la mirada seria y yo intentando contener las lagrimas.

Solo 12 prisioneros pudieron escapar al finalizar la guerra civil de los 20.000 que entraron en la prisión. Mientras que pasábamos por algunas celdas, pude ver las camas y en el muro la foto colgada del prisionero asesinado en esa misma cama. Fueron momentos duros y muy reales. También pudimos ver muchísimas fotos que les hicieron a los prisioneros al entrar en prisión. Por último, nos enseñaron los métodos de tortura que usaban para sacar información a las personas. De cortar dedos y pezones, a electrocutar y ahogar en agua o alcohol. Viendo estas cosas, me preguntaba como era posible de ser tan malvado con otras personas. Lo extraño de este genocidio fue que mataron a su propia gente. No fue por una religión o raza diferente. En esos 4 años, la gente fue forzada a una ruralización. Hospitales, fábricas y tiendas fueron cerradas. Un cuarto de la población fue asesinada.

Terminamos con la guía y yo me fui a dar de nuevo una vuelta solo por los diferentes edificios. Subí arriba donde pude ver una exposición sobre la conservación de la ropa de los prisioneros. Tras estar varias horas allí y Mickey y Mia ya esperándome, salimos afuera. Los tres afectados por lo que habíamos visto, fuimos a tomar algo. Tras eso cogimos un tuk tuk para que nos llevará al campo de la muerte.

En el campo de muerte de Choeung Ek fueron asesinados unas 9000 personas. En los primeros años de la dictadura de Pol Pot llegaba un camión lleno de prisioneros que fueron asesinados en la misma noche. El último año de la dictadura ya llegaba un camión diariamente. Al salir del camión, los prisioneros fueron llevados a una cabaña y por la noche fueron matados delante de un hoyo. Para ahorrar balas, fueron matados con cualquier instrumento que tenían, como hachas o martillos. Para estar seguros que no había nadie vivo en el hoyo y para suavizar el olor, echaban un químico por encima de los cuerpos. Todo esto bajo la luz de la luna y con música alta sonando por altavoces, para que la gente de alrededor no supiera lo que estaba ocurriendo.

Paseando por el campo se podía ver los terrenos con las fosas comunes. Lo más duro, un árbol que fue usado para asesinar a los bebes. Cogían a los bebes por los pies y los tiraban contra el árbol para posteriormente meterlos en la fosa. Una brutalidad y muy triste. En medio del campo se edificó después de unos años una estupa budista que contiene cinco mil cráneos clasificados por edad, sexo y forma de muerte. En los cráneos se podía ver por ejemplo las marcas de un hacha o el agujero hecho por un martillo.

Tras pasear por el campo con un audio guía, nos volvimos al hostal. Fuimos a almorzar los tres y tras eso me fui solo a pasear por la ciudad. Primero fui a buscar una tienda para comprarme unos cascos para escuchar música, ya que los míos se habían rotos. Una vez comprados, con mi música en los oídos, me puse a andar por la ciudad. Me colé en un hotel lujoso y subí hasta arriba para ver las vistas sobre la ciudad desde la terraza. Tras eso seguí caminando por el paseo al lado del río. Me senté delante del palacio real y allí estuve simplemente disfrutando del momento. Estaba pensando que ya hacía tiempo que había estado solo y la verdad que lo empiezo a echar de menos. Llevo pensando unos días si no seguir mi camino solo. Me gusta estar acompañado, pero las experiencias con gente local y las sorpresas son menos así. Viajando solo no sé lo que me puede traer el próximo día y en grupo hay más planificación.

Me levanté y seguí andando por el paseo. Me paré en un templo y después de eso me fui al mercado nocturno. Me senté descalzo en el suelo encima de una esterilla de paja y allí me puse a cenar. Tras eso, volví andando hacia el hostal. Me estaba quedando casi sin batería del móvil. Pasé por varios monumentos más de la capital y llegué al hostal. Me encantó explorar la ciudad de noche. Fui a mi habitación y allí ya me quedé y me fui a dormir.

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