El norte: montañas, paz y tranquilidad 31/01/2024 Chiang Mai (Tailandia)
El norte: montañas, paz y tranquilidad 31/01/2024 Chiang Mai (Tailandia)

El norte: montañas, paz y tranquilidad 31/01/2024 Chiang Mai (Tailandia)

A las 08:15 tenía que coger el autobús para ir a mi próximo destino. Ya que mi hostal estaba al lado de la estación, me pude levantar a las 07:30. El autobús tardaría casi 6 horas para llegar a Chiang Mai. Durante ese tiempo estuve escuchando música, leyendo mi E-reader y escribiendo sobre mis aventuras.

A las 14:00 llegué a Chiang Mai y estuve charlando con un chaval del autobús. Conseguimos un taxi a buen precio con 3 chicas más para que nos dejarán a cada uno en nuestro hostal. Dejé mis cosas en el hostal y me salí a la calle para explorar la ciudad. Chiang Mai es una ciudad en el norte de Tailandia rodeado de montañas y con 300 templos. En el centro habían dos templos famosos y fui a visitarlos. El primero era Wat Phra Singh, el cual me recordaba mucho al palacio en Bangkok por el mismo estilo que tenían. Después fui a visitar Wat Chedi Luang. En la entrada había un pequeño templo el cual solo podían entrar los hombres. La razón: las mujeres tienen la menstruación y arruina la santidad del templo. El templo principal era imposante. Había un modelo pequeño donde se podía ver como era originalmente, ya que ahora la pagoda estaba media destruida.

Me volví al hostal para ducharme. Había quedado con Taylor y un grupo para salir a cenar y tomarnos algo. Fuimos a un mercado de comida callejera en las afueras del centro de la ciudad. Conocí a los otros y también por fin probé el postre típico de Tailandia: “mango sticky rice” que es arroz glutinoso con mango y salsa de coco. No lo probé antes porque normalmente siempre como arroz de plato principal y nunca tenía ganas de otra vez arroz como postre. Pero me alegro de haberlo probado ya que estaba muy bueno.

Tras cenar nos fuimos a un bar a tomar una cerveza y jugar al billar. Allí estuvimos un buen rato hasta que nos volvimos al hostal de Taylor y los otros. Querían fumarse un porro y al final estuvimos allí una hora charlando. Yo ni probé el porro porque sabía que no me iba a gustar el fumar. A las 01:00 me fui de vuelta para el hostal, ya que mañana me tenía que levantar temprano. Entre en el dormitorio para coger el neceser y al salir, entraron dos chavales. Uno estaba cogiendo al otro ya que se veía que iba borracho. Ahí pensé que iba a tener la noche. Me lavé los dientes y entré en el dormitorio. El borracho estaba tendido en la cama y de repente se levanta corriendo y vomitando por el camino hacia el baño. No era un vomito silencioso. No, toda la planta tenía que escuchar que el chaval estaba vomitando. Así se llevó una hora. Yo me quedé dormido.

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