Por la mañana estuve desayunando con Mickey y después de eso me fui andando a la estación de autobús. Me llevé 4 horas en el autobús y llegué a Nha Trang. Tras el check-in me fui a buscar un sitio para comer y encontré un restaurante con comida de Indonesia. Estaba buenísima la comida. Después de eso me fui a pasear por la playa y la ciudad hasta el atardecer. Tras cenar, me recogí.
El día siguiente, 30 de marzo, tenía contratado un tour para hacer snorkel. El tour estaba calificado como un barco de fiesta, con que no sabía que esperarme. Al final me lo pasé muy bien. Ya por la mañana estaba el guía poniendo la música y bailando. La primera parada fue para hacer snorkel. Estaba bien el agua por aquí y pude ver mucho coral y algunos peces también. Tras una hora nos fuimos al próximo lugar. Allí empezamos con la música de nuevo y todas las personas tenían que representar su país cantando una canción. Yo era el único español y me tuve que poner a cantar con el guía en medio del barco la canción de la Bamba. Fue gracioso y me lo pasé bien. Tras haber cantados todos, empezó el “happy hour”. En el mar nos dieron chupitos y habían muchos flotadores y hasta un tobogán desde el barco. Tras varios chupitos, nos fuimos a una isla para almorzar allí. Nos quedamos un buen rato en la isla para aprovechar también la playa. Volvimos a la ciudad y me fui para el hostal para descansar un poco. Me desperté de la siesta y me tomé una cerveza gratis del hostal por ser allí también “happy hour”. Tras eso, me fui a andar varias horas por la orilla de la playa hasta que fuera de noche. Tenía ganas de hacer algo de ejercicio y me vino de maravilla. Me fui a cenar y me recogí.
El día siguiente, 31 de marzo, tenía otro tour contratado. Esta vez era para visitar las cascadas de Ba Ho. Ba Ho significa literalmente en vietnamita tres cascadas. Con el guía y varios turistas más fuimos hacia las cascadas. Allí tuvimos que andar durante media hora para llegar a ellas. Cada cascada era diferente. En una nos pudimos tirar desde 6 metros de altura. En la otra había una cuerda para tirarnos en el agua. En la última pudimos subir por las rocas para ver las vistas. Tras pasar varias horas por las cascadas, nos volvimos a la ciudad y allí fuimos a almorzar a un restaurante local. Terminó el tour y me volví al hostal. Por la noche quedé de nuevo con Mickey para cenar y después de eso fuimos a un bar para ver un partido de fútbol. El bar estaba tan lleno, que nos sentaron en medio de la carretera. Los coches pasando al lado nuestro por el otro carril.
