Por la mañana me levanté temprano para aprovechar el día. Me fui a dar una vuelta por el barrio azul y tras eso me busqué un sitio para desayunar. Tenía ganas de una tortilla francesa y encontré un sitio donde me la pusieron. Tras eso seguí por el barrio hasta que ya tuve que volver al hostal. Tenía que hacer el check-out y coger un tuk tuk hacia la agencia para coger el autobús. Compré para el camino agua y algo para comer. En la agencia estuve esperando una media hora hasta que me dijeron que me montará en un tuk tuk con varias personas más. No entendí el porque y les dije que iba a Udaipur. Me dijeron que sí y me monté. El tuk tuk nos llevó donde estaba el autobús y ahí me pude montar ya. Era algo mejor que el primer autobús que cogí en India, ya que era posible tenderme en «camas» pero no había aire acondicionado. El camino tardó unas seis horas y estuve leyendo, escribiendo, escuchando música y durmiendo un poco.

Tras llegar a la estación de autobús, me cogí un tuk tuk para el hostal. No tenía muchas ganas de negociar y al final pagué los 200 rupias que me pidió el chófer. Dejé las cosas en el hostal y me fui a buscar un restaurante para cenar. Tras dar varias vueltas entré en el restaurante en frente del hostal, ya que tenía una terraza arriba con vistas sobre la ciudad. Empecé a cenar y de repente escuchó gente hablando holandés al lado mía. Daba la casualidad que la pareja holandesa de ayer se había sentado aquí también para tomar algo. Me senté con ellos y ahí estuvimos charlando hasta que terminé de cenar. Necesitaba ducharme tras el camino en autobús y me despedí de ellos. Tras una duchita me puse a ver el partido de fútbol del Arsenal y me fui a dormir.

El siguiente día, 25 de agosto, noté que me había levantado tenso. Estaba con la mente pensando en las próximas semanas, en que sitios visitar, que hostales coger, si coger avión o tren y como seguir mi viaje después de la India. Quise quitarme estas preocupaciones y me puse a reservar varios hostales, autobuses y un billete de avión para las próximas dos semanas. Anteriormente era algo que no me gustaba hacer, ya que me gustaba tener cierta libertad, pero notaba que aquí en India necesitaba tener algo más de seguridad.

Ya a media tarde salí y me fui a visitar el palacio central. Por fuera estaba bien, pero recientemente había visto otros palacios que me gustaron más. Entré dentro para visitar el palacio, pero tampoco me gustó mucho. Había muchísima gente y pasando de sala a sala había que esperar para poder pasar. Di una vuelta rápida por dentro y lo que más me gustó fueron las vistas desde arriba sobre el lago. El lago es artificial y en medio tiene dos islas con un hotel lujoso y un palacio. Salí del palacio y me fui andando por el lado del lago para hacer unas fotos. Empezó a llover fuerte y me quedé esperando debajo de un árbol. Me daba igual, ya que tenía ahí unas bonitas vistas sobre el lago también. Dejó de llover y me volví andando al hostal. Cogí otro ruta nueva para ver más sitios de la ciudad.





Al llegar al hostal vi que me había escrito Fedde, el chaval de la pareja holandesa. Me comentó que esta noche había una fiesta en una plaza debido al ser mañana una fiesta nacional por el dios Krishna. Me apunté con ellos al plan para esta noche y me fui a cenar al mismo sitio de ayer. Al llegar, ahí estaban los dos sentados cenando. Ya son varias veces que nos hemos encontrado casualmente en los restaurantes. Me senté con ellos y estuvimos cenando y charlando. Afuera estaba lloviendo fuerte y estábamos dudando si ir o no a la fiesta. Habíamos escuchado que empezaría alrededor de las 20:00 de la noche. Al terminar de comer, dejó de llover y nos fuimos andando a la fiesta que estaba a 20 minutos andando.



Al llegar a la plaza vimos la cantidad de gente que había ahí. Parecía que la ciudad entera estaba ahí, ya que también estaba presente la familia realeza de la ciudad. La noche comenzó con una celebración y presentación con la familia real. Tras eso, ya empezó por lo que habíamos venido: un campeonato. Se trata de hacer una torre humana para llegar a una bola que está colgada arriba. Hay que llegar a la bola y romperla para que caiga lo que hay en su interior. Habían varios equipos y al principio hacían una torre de 2 o 3 “plantas” de personas y hacían una pequeña celebración. Desde mi punto de vista, ya veía que necesitarían unas 6 “plantas” de personas para llegar a la bola. Durante hora y media lo intentaron los equipos y hubieron hasta unas buenas caídas, pero habían puesto colchones alrededor. De repente se formó algo entre la gente y salieron todos corriendo. Nosotros estábamos detrás de una barrera y nos retiramos hacia atrás. Aparentemente había una pelea, pero unos chavales al lado nuestra dijeron que era una vaca que había atacado a alguna gente. No nos lo creímos mucho, pero el espectáculo seguía.


Un equipo tenía buena pinta, ya que parecían más profesional y rápido en formar la torre. En uno de los intentos, llegó el hombre de arriba casi a la bola, pero al final se cayó abajo. Cada cierto tiempo, bajaban la bola un poco para que fuera más fácil llegar a ella. Ese equipo llegó por fin tras dos más intentos a la bola. Fueron 5 “plantas” de personas y el hombre de arriba rompió la bola y cayó para abajo un liquido naranja. Victoriosos, fueron llamados al podio con la familia realeza, pero curioso fue que al romper la bola, toda la gente se fueron directamente de allí para recogerse. Nosotros hicimos igual y nos volvimos cada uno al hostal.