¡Mi quinta maravilla del mundo! – Valladolid (México)
¡Mi quinta maravilla del mundo! – Valladolid (México)

¡Mi quinta maravilla del mundo! – Valladolid (México)

21 de febrero de 2025. Había quedado a las 7:00 de la mañana con Dylan, Jonny y Timothy para coger el colectivo. Compré en el supermercado algo para desayunar y tras una hora de camino llegamos a nuestro destino: Chichén Itza. ¡Es una de las 7 maravillas del mundo y es mi quinta maravilla que veo! Me quedan dos más: Machu Picchu en Perú y Cristo Redentor en Brasil. No sé si veré ambos en este viaje.

Chichén Itzá fue fundada alrededor del siglo VI por los mayas. Durante este periodo, la ciudad se estableció como un importante centro ceremonial y comercial en la región. A partir del siglo X, la ciudad comenzó a mostrar una mezcla cultural debido a la influencia de los toltecas, un grupo proveniente del altiplano central de México. Aunque no está completamente claro, se cree que la ciudad comenzó a declinar en el siglo XIII debido a conflictos internos, rebeliones o factores ambientales.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a Yucatán en el siglo XVI, Chichén Itzá ya estaba parcialmente abandonada. Sin embargo, seguía siendo un sitio sagrado para los pueblos mayas locales. Durante la época colonial, los cenotes y las estructuras de la ciudad se utilizaron ocasionalmente, pero la ciudad permaneció en gran parte cubierta por la selva.

Tras pagar la entrada, entramos dentro y desde lejos ya se veía la famosa pirámide de Chichén Itza. Al llegar temprano, no había mucha gente. Nos hicimos directamente varias fotos y fuimos paseando por todo el recinto. No es solo la pirámide, hay varios monumentos y edificios más. También me gustó mucho ver el terreno para el juego de pelota. Es el más grande que han encontrado a día de hoy. Al ser una maravilla del mundo, me hice también una foto con la posición de yoga en invertida.

Me gustó ver mi quinta maravilla del mundo, pero no fue tan espectacular como otros que ya había visto. A mí parecer, las pirámides en ciudad de México son hasta más imponente que Chichén Itza. Tras varias horas de explorar la zona, nos volvimos a coger el colectivo para llegar de nuevo a Valladolid. Los otros chavales se fueron al hostal para dormir de nuevo un poco. Yo tenía plan de ir a visitar unos cenotes. Volví al hostal y allí me encontré con Tasmia y Alexandra. Decidieron unirse conmigo y alquilamos unas bicicletas para poder movernos por ahí.

En media hora llegamos al cenote Oxmán. Un cenote es una cavidad natural formada por el colapso de roca caliza que deja al descubierto aguas subterráneas. Son característicos de la región de la península de Yucatán, aunque también se encuentran en otros lugares del mundo. Los cenotes pueden ser abiertos (sin techo), semiabiertos o cerrados (tipo cueva).

Estos cuerpos de agua se forman debido a la disolución de la piedra caliza por el agua de lluvia, que es ligeramente ácida. Con el tiempo, esta erosión genera cuevas subterráneas, y cuando el techo colapsa, se crea un cenote. En la cultura maya, los cenotes eran sagrados y se utilizaban como fuentes de agua y sitios ceremoniales.

Este cenote me encantó, ya que es grande y tenía un agujero grande por arriba. Había también opciones para tirarte al agua por una cuerda y me tiré varias veces de ahí. Las fotos salieron preciosas, al entrar la luz de una forma peculiar y con el agua de color azul claro y la vegetación por las paredes. Nos quedamos ahí un buen rato bañándonos hasta que no fuimos a visitar otro cenote: Xkeken. Aquí dentro habían dos cenotes diferentes y compré las entradas para ambas. Los dos cenotes parecían más tipo cuevas, pero también eran preciosas. En el último cenote estábamos hasta solos.

Ya casi se estaba haciendo de noche y teníamos que volver al hostal. Tras media hora en bicicleta, llegamos justo a tiempo para tomarme dos cervezas gratis con el happy hour. Me fui a duchar y salí para ir al hostal de Elles. Había quedado con ella y Dylan para una clase de cocina mexicana. Con más gente empezamos a preparar la comida. El plato principal era una sopa de lima con pollo y de postre teníamos un flan. Por supuesto, tampoco pude faltar un chupito de mezcal para ir calentando. Una vez todo cocinado, nos sentamos para cenar y estuvimos ahí un buen rato charlando y conociendo las otras personas. Terminó la cena y con un grupo me fui a tomar algo en un pub. Ya tarde, me fui a la cama. El día fue bastante intenso y sin parar. ¡Me gustó!

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