La noche fue interesante. A las cuatro de la mañana me desperté ya que habían llegado de vuelta varias personas de la discoteca. La chavala de Estados Unidos estaba borracha y vomitando por la habitación. ¡Por eso decidí no salir con ellos ayer por la noche!
Por la mañana recogí mis cosas y me pedí un Grab para que me llevará a la estación de autobús. Compré mi ticket y me monté en el minibús hacia Moalboal. Solo hay 90 kilómetros, pero con el estado de las carreteras aquí tardé unas 4 horas en llegar. Al lado mía se sentó una madre de unos 40 años que viajaba con su hija de 18. Empecé a hablar con la madre y me estuve contando sobre su vida. Ella, casada con un español y con tres hijos, vive en Moalboal y me estuve contando como había cambiado el pueblo los último años debido al crecimiento del turismo. Seguimos hablando un buen rato, hasta que ambos nos quedamos dormidos.
Al llegar a Moalboal, la señora me ayudó a obtener un buen precio para coger un triciclo hasta el hostal. Le di las gracias y me despedí de ella. Al llegar al hostal me puse a planear los próximos días y también empecé a hablar con una pareja de Irlanda. Me estuvieron recomendando varios sitios en Filipinas para visitar. Mientras tanto entró también una huésped nueva en la habitación, Nathy de Suiza. Ella también se metió en la conversación y tras un rato pregunté si alguien quería venir a comer conmigo, ya que solo había desayunado. Nathy se vino conmigo y fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Fuimos a pedir también precio para un tour mañana y al final tras comparar precios, lo contratamos para ir los dos juntos. Fuimos a cenar a un restaurante en la playa con vistas sobre el mar. Estuvimos charlando y tuve buen rollo con ella. Tras la cena fuimos a buscar la pareja de Irlanda, pero estaban comiendo con otra pareja y ambos sentíamos que no éramos muy bienvenidos ahí. Nos fuimos a un bar con música en directo y ahí ya nos quedamos tomando varias cervezas. La gente se pusieron a cantar con la banda y la verdad que habían algunas voces preciosas. Con Nathy estuve charlando muy bien y compartimos cosas sobre nuestras vidas.

El siguiente día, 11 de julio, salí con Nathy a desayunar a las 08:00 de la mañana. Tras un buen desayuno, volvimos al hostal y a las 09:00 nos recogieron. Teníamos dos horas de camino para llegar a las cascadas de Kawasan. Allí metimos nuestras cosas en las taquillas, nos pusimos el casco, salvavidas y los zapatos acuáticos para prepararnos para hacer barranquismo. Durante 4 horas pasamos por el río entre las rocas. De vez en cuando había que saltar desde arriba al agua. El salto más alto fue de 10 metros. La última parada fue la cascada de Kawasan. Tras eso nos fuimos a almorzar y cogimos el minibús hacia Moalboal.


De vuelta en Moalboal, cogí con Nathy un triciclo para ir a la playa blanca en la parte oeste para ver el atardecer. Desafortunadamente estaba nublado, pero pudimos darnos un baño en el mar y estar un rato tirado en la playa. Ya de noche decidimos de volver al pueblo. Tras una ducha, salimos los dos a buscar un restaurante para cenar. No nos poníamos de acuerdo en que comer y al final nos fuimos al mercado donde habían varios puestos con diferentes comidas. Yo me pedí un ramen y unos rollitos de primavera para compartir. Hablé también con varias personas del tour y con la pareja de Irlanda para tomar todos algo después, pero al final nadie le puso mucho interés. En verdad me alegré, ya que estaba a gusto con Nathy. Nos fuimos al sitio donde desayunamos esta mañana y ahí había un muy buen ambiente. Había una banda con música en directo y todo el bar estaba cantando. Pasamos un rato genial allí cantando, charlando y disfrutando. Sobre las 23:00 de la noche cerraron el bar y nos fuimos a dar una vuelta por la playa hasta que nos recogimos.


El siguiente día, 12 de julio, había convencido a Nathy de salir a las 08:00 de la mañana para hacer snorkel. Moalboal es famoso por la cantidad de sardinas que se unen por la costa. Alquilamos unas gafas de snorkel y nos metimos en el agua. Durante una hora pudimos ver una multitud de sardinas y tras eso nos volvimos al hostal para desayunar. Empezó también a llover fuerte y con el tiempo así no nos quedaba otra que quedarnos dentro del hostal. Me quedé dormido y ya por la tarde salimos de nuevo para almorzar los dos. Comimos en un restaurante local y tras eso nos tuvimos que volver de nuevo al hostal. Hoy era el día de lluvia. Ya por la noche por fin dejó de llover y salimos a cenar. Nos tomamos algo después y nos recogimos temprano, ya que mañana me tenía que levantar yo muy temprano. Me despedí de Nathy y me fui a dormir.