Una delicia para los ojos 03/06/2024 – 05/06/2024 Sa Pa (Vietnam)
Una delicia para los ojos 03/06/2024 – 05/06/2024 Sa Pa (Vietnam)

Una delicia para los ojos 03/06/2024 – 05/06/2024 Sa Pa (Vietnam)

A las 02:00 de la mañana llegamos a la estación de autobús en Sa Pa. Habíamos contratado ya por WhatsApp un conductor para que nos llevará a un alojamiento familiar en las afueras de Sa Pa. Tras media hora de camino llegamos y pudimos ir directamente a nuestras habitaciones para descansar.

A las 09:00 había quedado con Judith para desayunar abajo. Ella ya estaba ahí desayunado sus panqueques con chocolate y plátano y con unas vistas espectaculares sobre las montañas. Tenían tan buena pinta los panqueques, que me pedí lo mismo con un smoothie de plátano. Tras el desayuno, dejé la ropa sucia para que me la lavaran y tras eso cogimos dos scooters para explorar la zona. Nos fuimos dirección a Sa Pa de nuevo y pasamos el pueblo para visitar la otra parte.

Primera parada fue el mirador Moana. Con vistas sobre el valle habían aquí varias cosas para hacerse fotos. Estaba la famosa puerta como en Indonesia, algunas figuras, columpios y corazones. Muy turístico, pero valía la pena pagar la entrada y hacerse unas fotos. Seguimos nuestro camino para visitar la Silver cascada, pero el tiempo estaba regular. Hacía fresco y estaba empezando a llover un poco. Paramos en un restaurante de carretera para ver si tenían chubasqueros, ya que ambos íbamos en mangas cortas sin chaqueta. Nos vendieron dos chubasqueros de colores y parecíamos dos Teletubbies, pero estábamos calentitos así.

Llegamos a la Silver cascada y subimos arriba para hacernos unas fotos. Después de eso seguimos por el Ô Quy Hồ pass, una carretera por las montañas para poder ver las montañas y paisajes. Estuvimos un rato dando vueltas en esa carretera, pero tras tres días viendo más o menos los mismos paisajes, queríamos ver otras cosas. Decidimos volver a nuestro alojamiento familiar para ver por ahí los arrozales. Antes de explorarlos, nos paramos en un sitio para almorzar. Por fuera parecía un restaurante, pero era más una casa de alguien que ofrecía comida. Tenía un balcón con vistas sobre el valle y nos sentamos allí. Había solo una pareja en el restaurante sentado y eran españoles. Empezamos a hablar con ellos y nos sentamos juntos para comer. Al final nos llevamos allí charlando durante tres horas y sobre las 17:00 nos marchamos de ahí. Cogimos las scooters y nos subimos por los pequeños caminos entre los arrozales. Era espectacular las vistas desde ahí con el atardecer y hicimos varias fotos chulas. Dejamos las scooters y seguimos subiendo andando entre los arrozales. Los dos nos quedamos con la boca abierta de lo precioso que era todo. Sin saber íbamos cogiendo caminos y perdernos por la montaña. Pasamos por varias casitas de los campesinos. Cuando ya era oscuro, bajamos a por las scooter y volvimos al alojamiento familiar.

Allí nos quedamos un rato de relax y por la noche decidimos salir a cenar a Sa Pa ya que era todavía temprano. Judith no tenía ganas de conducir y se montó conmigo en la scooter. Cenamos en un restaurante y dimos una vuelta más el pueblo hasta que nos volvimos para ir a dormir.

El siguiente día, 4 de junio, quedamos a las 09:00 para desayunar. Tras el desayuno nos fuimos los dos hacer una ruta de senderismo por las montañas y arrozales. Salimos andando y el perro del alojamiento familiar se vino con nosotros. Pensábamos que en algún momento se iba a volver, pero se vino con nosotros durante las 3 horas que estuvimos fuera. Bajamos hasta abajo del valle para llegar al río y ahí cruzamos un puente para llegar al otro lado. El día estaba soleado y hacía un poco calor, pero teníamos ganas de andar tras estos días en moto. Fuimos andando al lado del río hasta que llegamos al embalse hidroeléctrico y cruzamos de nuevo a nuestro lado del valle. Volvimos a nuestro alojamiento y allí nos quedamos charlando sentado viendo las vistas. Almorzamos en el hostal y después de eso Judith ya se tenía que ir a Hanoi para seguir su camino. Nos despedimos y yo me quedé en el alojamiento a descansar. Por la tarde/noche empezó a llover y al final me quedé ahí de relax.

El siguiente día, 5 de junio, bajé a desayunar pero el día estaba igual que ayer por la noche. No había parado de llover. Tenía el plan de coger la scooter y explorar los alrededores, pero con este tiempo no me apetecía. Me quedé adentro y me puse a escribir y a planear mis próximos destinos. Por la tarde/noche ya dejó de llover y salí a andar un rato. El perro de nuevo se vino conmigo. Fui a cenar al mismo sitio donde estuvimos almorzando ayer y al lado mía se tendió el perro en el suelo. Era tan bueno que algunos cachitos de pollo le di. Tras terminar de cenar empezó a llover de nuevo y me fui de vuelta al alojamiento. Allí ya me quedé toda la noche escribiendo y actualizando el blog. Sorprendentemente, sonó dos veces la alarma del pueblo. Al preguntar en recepción era que por la lluvia el agua podía subirse por encima del embalse hidroeléctrico y era para avisar la gente que viven al lado del río. Menos mal que yo estoy alto en la montaña. ¡Hasta mañana!

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