Me sonó la alarma a las 08:00 de la mañana y tras una ducha salí a desayunar a la cafetería que fui ayer. Me pedí unos sándwiches y un smoothie de plátano. Mientras estaba comiendo vi por Google maps que había un cajero cercano y tras comer me acerqué allí, pero el cajero no estaba ahí. Me quedaba todavía suficiente dinero para moverme hoy, pero para mucho más no. Volví al hostal y recogí mis cosas. Bajé a recepción para pedir un taxi y me llevó a la ciudad de Ajmer, que estaba a unos 15 kilómetros. Me dejó en la estación de tren y me acerqué a la taquilla para ver si el ticket que había comprado online estaba bien así. Todo bien y tras esperar una media hora, me monté en el tren. Pensé que había comprado una cama, pero al final era un asiento. El tren tardó 4 horas y media y durante el viaje estuve escribiendo para el blog y también leyendo un libro. Llegué a Jodhpur y tras salir de la estación se me acercaron muchos tuk tuks. Vi que había un cajero cercano y fui primero a sacar dinero. Con el dinero en la cartera me cogí un tuk tuk hacia el hostal. Pensé en ir andando, pero estaba lloviendo un poco.
Una vez en el hostal me puse a preparar el siguiente día y me fui a dar una vuelta por el centro. Era casi la hora del atardecer y estaba precioso el cielo con el castillo al fondo. Vi un restaurante con una terraza arriba y ahí me fui a cenar. No tenía muchas ganas de socializar, pero al final empecé a hablar con una pareja holandesa. Me invitaron a su mesa y allí estuve con ellos charlando toda la noche y tomándome una cerveza. Ya tarde, nos recogimos y me volví al hostal para dormir.
El siguiente día, 23 de agosto, fui a explorar Jodhpur, la ciudad en azul. Las fachadas de muchas casas están pintadas en azul. Antiguamente era porque aquí vivían muchos brahmanes, quienes veneran a Krishna, el dios con el rostro azul. Ahora es más para alejar a los mosquitos y dar algo de fresquito en los veranos calurosos. Pasé por un barrio para poder llegar al fuerte y palacio de Mehrangarh. Tardé unos 15 minutos en subir hasta arriba de la montaña y a mitad del camino me paré para ver las preciosas vistas sobre la ciudad. Desde ahí pude ver el mercado Sardar con la torre de reloj Ghanta Ghara. También se veía a lo lejos el imponente palacio real Umaid Bhawan, lo cual todavía está en uso por la familia real de la región.
Subí hasta arriba, compré la entrada y entré dentro del fuerte. Creo que es uno de los fuertes mas bonitos que he visto. La arquitectura es preciosa y por la forma que esta edificada, nunca fue invadido por otros. El audio guía era gratis con la entrada, con que me lo pillé. Entré por una de las puertas gigantes del fuerte y ahí se podían ver muchos pinchos a una altura elevada en las puertas. Esos pinchos hacían que durante un ataque, los elefantes no eran capaces de tirar abajo la puerta sin hacerse daño. Ya dentro me llevé dos horas paseando por el fuerte y el palacio. Me encantó el sitio, ya que todo también estaba bien preservado. Dentro del palacio pude ver varias salas y exposiciones.
Una vez visto todo, salí de ahí y me fui andando hasta un mausoleo: Jaswant Thada. No era muy grande, pero entre las montañas se veía muy bonito con su color blanco. Di una vuelta por el mausoleo y entré también adentro, pero no tenía mucho. Ahí es cuando empezó a llover, pero esta vez tenía mi chubasquero. Esperé a que lloviera un poco menos y tras eso me fui andando por otro camino hacia abajo de la montaña. Pasé por un barrio diferente y ahí me encontré también unos perros callejeros que se pusieron a ladrarme y perseguirme. Me quedé tranquilo y seguí mi camino hasta que ya se fueron.
Volví al hostal para organizar mis próximos días. Después de eso me fui a buscar un restaurante y cené allí en una terraza con unas vistas sobre el fuerte y la ciudad. Tras eso me recogí.
