¡Wow, Singapur! 28/11/2023 Singapur (Singapur)
¡Wow, Singapur! 28/11/2023 Singapur (Singapur)

¡Wow, Singapur! 28/11/2023 Singapur (Singapur)

Mucho mejor del resfriado, me levanté y tras una ducha fresquita salí a la calle para descubrir Singapur. Me monté en el metro y salí en el barrio de China Town. La salida del metro pasaba por un pequeño centro comercial donde habían algunos restaurantes para desayunar. Me acerqué a uno de ellos para ver la carta y tras una pequeña charla con una amable camarera, me senté para pedir algo. La camarera me explicaba todas las opciones que habían y me dio tiempo para decidir. Miré al mi alrededor para ver que estaban comiendo la gente y no entendía muy bien. Estaban comiendo lo que nosotros podemos comer en un almuerzo: pollo, arroz, fideos, sopa. La sopa iba incluida con el pequeño sonido del sorbido con cada cucharada. Eran ya casi las 11:00. Para proteger un poco mi endeble estomago, me pedí un waffle con un té frío. Viendo lo que come la genta aquí, puede ser que tengan mejores costumbres de comida que nosotros con la dieta mediterránea, porque la mayoría de la genta se nota que se cuida. Muy pocas personas he visto con obesidad por ejemplo.

Tras el desayuno, salí afuera para ver el barrio de China Town. Mi primera parada fue un templo hindú. Como ya había visto anteriormente en Sri Lanka, con su típica fachada de muchos color, muchas figuras y alta. Descalzo di una vuelta por el interior y pude ver como rezaban algunas personas a sus dioses. Tras una breve visita seguí por el barrio chino y pude leer sobre su historia. Sus pequeños edificios de varias plantas eran al principio del siglo 20 burdeles, ya que por el gran aumento de inmigrantes masculinos, la prostitución fue un gran negocio. Eso sí, económicamente, porque la vida de esas prostitutas estaba lleno de maltratos, enfermedades, asesinatos o suicidios.

Tras pasear por las callecitas y sus tiendas, vi también una tienda de medicina natural. Interesante de ver tantos animales y partes de ellas para el uso medicinal. Había como unas lagartijas voladoras en seco que me pregunto como se consumo eso. ¿Se mete en la sopa? Desafortunadamente ya he visto algunos sitios donde comen tiburón.
Continué hacia el templo budista el cual me gustó mucho. Por fuera se veía alto y con mucha decoración. El interior fue espectacular con paredes llenos de mini budas hechos a mano y cada uno diferente. Entre la música, que me recordaba a la música tibetana, el olor y lo que estaba viendo, estaba muy a gusto viendo las diferentes plantas del templo y leyendo sobre su historia.

Tras una hora explorando el templo di una vuelta más por el barrio chino y decidí coger el metro al centro de la ciudad. Mi próximo destino sería el Marina Bay Sands hotel, el cual ya había visitado hace dos días. Ahora quería subir hasta arriba a la planta 56 para visitar el mirador. Tras comprar la entrada, nos llevó el ascensor rápidamente hacia arriba y sentí la presión en los oídos. Nada mas salir del ascensor, sonó el primer relámpago. Me dio tiempo de hacer una foto arriba hasta que nos dijeron que teníamos que bajar todos para abajo, ya que no era seguro estar aquí tan alto con tormenta. Me sellaron el ticket para poder volver más tarde y decidí de explorar otra parte de Singapur: Little India. Cogí el metro hacía allí y pude dar una pequeña vuelta, pero como era lógico tras la tormenta de antes, empezó a caer lo más grande de lluvia y tuve que estar un buen rato esperando bajo un toldo de una tienda.

Tras ver que la lluvia no iba a parar y el barrio tampoco ofrecía mucho más, volví al gran centro comercial para comer algo por ahí. Allí encontré un “food court” con muchos pequeños negocios vendiendo sus comidas. Me pedí un buen plato con un zumo natural y allí pasé un buen rato. Viendo que ya había escampado, volví al hotel para poder subir arriba. Me dejaron y pude apreciar unas vistas espectaculares. Empezaba también a oscurecer con que la ciudad se empezaba a iluminar abajo mía. Después de esto me fui a los jardines para ver el show de luces nocturno con los arboles edificados. Es famoso y estaba lleno de gente pero pude conseguir un buen sitio sentado en un banquito. Con música y luces nos tuvieron a todos entretenido durante 15 minutos. Me gustó el espectáculo y tras eso me fui para otro show de luces. Este show estaba sobre el agua en la bahía con vistas sobre los rascacielos de Singapur. Este espectáculo fue más bonito todavía. La combinación con las vistas, la música, las luces y la multitud de gente hizo que fuera algo para recordar siempre. Tras terminar el show, pusieron música en directo en un bar enfrente. Estaba sonando la canción de ‘Ed Sheeran – Thinking Out Loud’. Estuve mirando la gente sonriendo, la temperatura tan buena que hacía y pensando que ahora mismo estaba en Singapur viendo la bahía, que hasta me emocioné un poco. Fue un momento muy bonito. Por supuesto, estaba sólo sin poderlo compartir con nadie. Pero eso me daba igual. Me sentí orgulloso por haber dado el paso en hacer este viaje sólo y poder crecer como persona. Es verdad que en Singapur no había conocido gente ya que la mayoría del tiempo había estado enfermo en la cama. Pero después de todo, me ha encantado Singapur. Sería una gran ciudad (o mejor dicho país) para vivir si tuviera un buen trabajo o sueldo.

Me volví al hostal y preparé el plan para los próximos días. Mi tiempo en Singapur había acabado y mañana toca nuevo país: ¡Malasia!

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